Desde que comenzó el traslado de las familias de la Villa de Paso al barrio Belisario Roldán, la situación de inseguridad en esa zona se incrementó. Así lo indicó Carlos, vecino del lugar, quien sufrió cuatro asaltos y hoy padece ataques de pánico. Además, la concejal Vilma Baragiola dio detalles sobre las múltiples problemáticas que se viven allí.
El barrio Belisario Roldán no está atravesando una situación sencilla. El traslado de la Villa de Paso, tema que trató la semana pasada el concejal del PRO Hernán Alcolea en la 99.9, tuvo como efecto un incremento notable de la violencia y el delito cotidiano.
Así lo reflejó esta mañana en la 99.9 Carlos, vecino de la zona: “vivo en las torres denominadas ‘San Benito’, donde hace 17 años alquilé un departamento. En seis años ha cambiado mucho la vida. El último año, el buen señor que tenemos como Gobernador y el intendente Pulti nos han colocado de 188 para el fondo, entre Alvarado y San Lorenzo, donde están las casas que el Gobierno les otorga a las personas, con un porcentaje de discapacitados y otro gran porcentaje del traslado de la Villa de Paso; y los asentamientos que Scioli se saca de encima del Conurbano”.
Además, detalló que como consecuencia de los asaltos que sufrió, hoy se encuentra imposibilitado de trabajar: “Scioli se saca la delincuencia y la manda a las ciudades vecinas de la provincia. En dos años soporté cuatro asaltos, uno de los cuales fue violento. Entré en pánico y hace 10 meses que estoy con carpeta psiquiátrica. Veo una persona con capucha o visera y salgo para otro lado. En el último asalto que sufrí cuando regresaba del trabajo, iba caminando normalmente y se me apareció un delincuente de atrás agarrándome del cuello y me sacó todo”.
Este tipo de hechos se repite en muchas familias y casas de la zona: “hace ya un año, el barrio cambió muchísimo. Aquí la gente es de trabajo, pero convivimos con gente que nos ha superado. Los dirigentes políticos esto no lo toman como una realidad”.
Cuando Carlos llegó al barrio, la realidad era muy distinta. Por eso insiste en su necesidad de recuperar algo de la paz que solía haber allí: “hace 17 años, era un paraíso. Teníamos un anfiteatro frente a la torre; con mis hijos bajábamos a las 10 de la mañana para jugar a la pelota, hoy no podemos bajar a esa hora porque vuelven todos alcoholizados y drogados. Lamentablemente, se vive una situación muy difícil”.
Vilma Baragiola: “si el Intendente entrara al barrio, se enteraría de muchas cosas”.
Refiriéndose a la misma problemática, esta mañana en la 99.9 la concejal de la Unión Cívica Radical (UCR), Vilma Baragiola, dio precisiones sobre las condiciones actuales del barrio Belisario Roldán. Criticando el modo en que se ha instrumentado el traslado de las villas de emergencia, opinó: “no es nada más que generar un plan de viviendas y trasladar a la gente sin darle infraestructura; es decir, asfalto, iluminación, plazas y áreas de salud o educativas. Así las trasladan, sin nada. Después, con el tiempo le van construyendo algunas cosas. La Villa de Paso no está totalmente trasladada. Cuando hice un planteo en el Concejo Deliberante, me dijeron que iba a estar terminado para el 2010, pero nunca se terminó. Fueron trasladando a la gente a distintas barriadas, como Belisario Roldán”.
En sus habituales recorridos por los barrios de la ciudad, la edil recopiló mucha información: “encontramos que están en calles que ni siquiera son de granza. Cuando está muy seco el clima, es tierra que vuela; y cuando llueve, no se puede caminar. No hay seguridad en la zona. Hemos planteado la instalación de un punto fijo. Tuvimos denuncias de vecinos que sufrieron incendios de viviendas del Plan Belisario Roldán. La gente se va asustada y después le toman la casa para venderla por monedas”.
La lista de conflictos no termina allí: “no hay asistencia en detección, prevención y contención de drogas. Hay chicos enfermos y el barrio está atravesado por esta situación. Todas las tierras que dan sobre la calle Rawson tienen en construcción una escuela con fechas vencidas de terminación hace mucho tiempo. Ayer, el Intendente estuvo recorriéndola; pero de entrar al barrio y hablar con los vecinos, nada. Si lo hiciera, se enteraría muchas cosas”.
Las condiciones de los vecinos, tal como lo apuntó Carlos, es delicada: “a partir de las 6 de la tarde no salen de la casa. Han entrado a robar casas con familias adentro, se han ido y luego han regresado para llevarse lo que faltaba. Hay privados funcionando dentro del complejo barrial”, continuó la edil. Y destacó que ni siquiera el correo tiene libre acceso: “han tenido que poner una estafeta dentro de la Sociedad de Fomento porque los muchachos del correo no quieren entrar más, porque los asaltan. Saben que son un grupo de chicos de entre 20 y 24 años que viven detrás del Monte Varela. Han intentado detenerlos, pero algunos se escapan y el resto vive en el lugar”.
A pesar de todo esto, el intendente Gustavo Pulti parece estar disponible solamente para la foto política, sin interesarse en lo más mínimo por lo enfrentan los vecinos a diario: “la única cámara de seguridad está en la puerta del colegio. Tuvieron que dejar el turno nocturno por la inseguridad que había y lo trasladaron a otro colegio. Todo esto está planteado en un proyecto en el Concejo Deliberante. Ni qué hablar del basural clandestino que hay entre los barrios Newbery y Belisario Roldán. Pulti podrá recorrer la escuela que construye el Gobierno nacional, pero si hace 50 metros se mete en el barrio”.