La directora de la organización internacional dijo que, en el año transcurrido desde la detención del líder opositor, “el político, sus partidarios y las agrupaciones rusas de la sociedad civil han sido sometidos al acoso de las autoridades”
Amnistía Internacional (AI) denunció este lunes que el Kremlin ha desatado una “persecución despiadada” contra las estructuras y seguidores de líder opositor ruso, Alexéi Navalny, que hoy hace un año fue detenido al regresar a Moscú desde Berlín y que desde entonces se encuentra en prisión.
“En los últimos doce meses la autoridades rusas lanzaron una campaña sin precedente de represión y persecución contra el líder opositor ruso, Alexéi Navalny, encarcelado ilegalmente y sus partidarios, destruyendo lo que quedaba de derecho a la libertad de expresión y asociación”, subrayo AI en un comunicado.
En el año transcurrido desde la detención de Navalni en el aeropuerto moscovita de Sheremetiévo, “el político, sus seguidores y las organizaciones rusas de la sociedad civil han sido sometidos al acoso despiadado de las autoridades”, afirmo Marie Struthers, directora de AI para Europa oriental y Asia central.
Agregó que decenas de compañeros y partidarios de Navalni han sido llevados a la Justicia con acusaciones falsas y un “número mayor ya se encuentra en prisión”.
“Algunos compañeros de Alexéi Navalni consiguieron huir del país, pero ahora temen que sus familiares en Rusia sean perseguidos y puedan ir a la cárcel. En el año transcurrido desde su detención, la vida de Navalni y la de los activistas políticos vinculado a él se ha convertido en un infierno”, añadió Struthers.
Exigió poner fin de inmediato a la “persecución despiadada desatada por el Kremlin, que está obsesionado con la idea de acallar y enlodar a Alexéi Navalny y sus partidarios”.
El pasado viernes, las autoridades rusas incluyeron a los exiliados opositores rusos Leonid Vólkov e Iván Zhdánov, estrechos colaboradores de Navalny, en una lista de personas vinculadas a actividades extremistas y terroristas.
En junio del año pasado la Justicia rusa ilegalizó varias organizaciones creadas por Navalny, a las que declaró extremistas, por los que todos sus integrantes quedaron impedidos de presentarse como candidatos a cualquier tipo de elecciones.
Navalny fue detenido a su regreso de Alemania, donde se recuperó de un intento de aesinato perpetrado en Siberia con una sustancia química de uso militar, y días después fue enviado a prisión, donde cumple una pena de dos y medio por incumplir mientras convalecía las condiciones de su libertad condicional por un antiguo caso penal.