Un proyecto estudia desvincular a ABSA en el Conurbano y crear consorcios en el interior bonaerense.
Frente a la crisis de administración de ABSA, el gobierno de María Eugenia Vidal analiza regionalizar el servicio de agua y cloacas en la Provincia, que quedaría en manos de los municipios. Lo que se busca, según confiaron fuentes seguras a EL DIA es diseñar un esquema de funcionamiento que proporcione una mayor eficiencia al alicaído sistema.
Según se pudo saber, frente a los deficitarios balances contables que encontró el nuevo titular de la prestataria, Guillermo Scarcella, y las deficiencias en la provisión del servicio, la idea que avanza entre los funcionarios del gobierno es la de armar un nuevo esquema para la prestación en las distintas regiones de la Provincia que hoy funcionan bajo la órbita de ABSA.
El proyecto contempla, en un primer capítulo equilibrar las cuentas de la empresa, ordenar su administración y recién después avanzar sobre el traspaso a los municipios que serían agrupados en regiones.
Se explicó que como “región” se entiende la creación de un ente que reúna, por ejemplo, a los municipios de La Plata, Berisso, Ensenada y enventualmente, Brandsen y Magdalena. Aunque las regiones no están aún cerradas, se habla de cabeceras en grandes centros urbanos, como Mar del Plata y Bahía Blanca.
En ese nuevo diagrama que se analiza implementar y que se comenzaría a dialogar detenidamente con los municipios, se crearían en el interior bonaerense consorcios de distritos que se agruparían en torno de la administración del servicio, en el caso del interior.
En tanto, los que pertenecen al segundo y tercer cordón del Conurbano se traspasarían a la órbita de AYSA, la empresa que opera en la Ciudad de Buenos Aires y otros 17 distritos bonaerenses aledaños.
Fuentes cercanas al ministerio de Infraestructura de la provincia, donde se estaría trabajando en el diseño del nuevo de esquema del servicio de agua potable bonaerense, sostienen que a la hora de mejorar la calidad de la prestación suena más lógico que AYSA, por proximidad geográfica sea la que se extienda al conurbano bonaerense.
Según trascendió de manera extraoficial, los funcionarios podrían, incluso, dar la posibilidad de administración a los municipios que puedan afrontarla.
Los ejemplos de candidatos a este sistema podrían ser Bahía Blanca, cuyo intendente, Héctor Gay es muy crítico del actual servicio de ABSA, y Mar del Plata.
“No puede ser que Bahía Blanca carezca de agua, como ocurre históricamente”, comentó un alto funcionario de Infraestructura que, aunque sostiene que la construcción del acueducto Río Colorado – Bahía Blanca servirá para descomprimir la situación, se mostró crítico del sistema de licitación aplicado para llevar adelante la obra. “Hay seis empresas trabajando en igual cantidad de tramos”, dijo.
La reformulada ABSA quedaría como controladora de las gestiones descentralizadas. La Provincia, en tanto, sería la encargada de licitar y construir plantas potabilizadoras y de tratamiento de líquidos cloacales.
Desde 2002 ABSA tiene la concesión en 62 distritos de la Provincia, proveyéndole el servicio de agua y cloacas a unos 3.7 millones de bonaerenses. En tanto, las tareas de obras e inversión cuentan por parte del ministerio de Infraestructura,
Sin embargo, las críticas por las deficiencias en el servicio en las distintas regiones donde opera no dejaron de crecer entre los usuarios y, en los últimos años se tradujeron en presentaciones judiciales que concluyeron en fallos condenatorios por parte de la Suprema Corte bonaerense y la Corte Suprema de la Nación.
Es que la necesidad de una fuerte inversión en el recambio de la red de caños en los grandes centros urbanos, así como la ampliación de plantas potabilizadoras y depuradoras, se combino con la falta de presión, falta de reparación de caños rotos durante mucho tiempo, desbordes cloacales y altos niveles de arsénico en el agua que debería ser potable.
Este último problema fue el que originó el proceso judicial iniciado por usuarios del noroeste bonaerense que concluyó con la orden por parte de la Corte nacional de que la empresa proporcione agua potable hasta tanto realice las obras necesarias, sentando el precedente de que el agua es “un derecho humano”.
Pero, además, la controversia judicial aún inconclusa por el aumento de hasta el 140% aplicado en mayo de 2012 y que la Corte provincial ordenó restituir a los usuarios, pusieron en blanco sobre negro a la crisis que atraviesa la empresa.
Es que en el marco de la discusión por los montos a devolver cobrados en función de ese ajuste, los funcionarios miembros del directorio de ABSA advirtieron que la empresa no está en condiciones de cumplir con esa orden del máximo tribunal por su difícil situación financiera.
Aunque no se conoce el déficit de la empresa, quienes están al frente del proceso de auditoría que se viene realizando no serían los primeros en advertir los números negativos en esa administración. El directorio de ABSA cuenta con la participación del gremio Sosba, que recientemente admitió “la falta de inversiones, la limitación presupuestaria y la inexistencia de una planificación a mediano y largo plazo” en la prestataria.