Las personas mayores de 60 años que utilizan el transporte público con regularidad caminan más rápido, son más ágiles y tienen una fuerza muscular mayor en las extremidades inferiores que los que no utilizan ese sistema para trasladarse, a la vez que reducen el aislamiento social, según un estudio realizado por investigadores británicos.
El trabajo financiado por el Consejo de Investigación Médica (MRC), el Consejo de Investigación Económica y Social (ESRC) y realizado por el University College de Londres y la Universidad de Manchester, encontró que aquellos que no usaban el transporte público tuvieron una disminución más rápida en la velocidad al caminar en comparación con aquellos que lo usaban con frecuencia.
Según los investigadores que analizaron datos de más de 7.000 adultos en el Reino Unido, entre los mayores que optaron por no usar el transporte público, la mayoría de los cuales optaban por automóviles, la disminución en la velocidad al caminar fue mucho mayor.
Sólo el 6% de los adultos citó problemas de salud como la razón para no utilizar el transporte público.
Un tercio de los adultos mayores de 60 años dijeron que no usaban el transporte público debido a la falta de infraestructura y la mala calidad del transporte proporcionado en Inglaterra, mientras que otro tercio no tenía necesidad ya que la mayoría tenía acceso a un automóvil.
“Por lo tanto, hacer que el transporte público sea más accesible a las personas mayores podría prevenir algunas disminuciones relacionadas con la edad en la movilidad funcional “, explicó Patrick Rouxel, del University College de Londres, autor principal del estudio.
“Los beneficios para la salud derivados del uso frecuente de ese sistema de transporte parecen conducir a mejoras en la actividad física de los adultos mayores y en la fuerza muscular de las extremidades inferiores”, agregó Rouxel.
Los investigadores destacaron además la importancia del estudio, dado el actual contexto de recortes en la disponibilidad del transporte público en Inglaterra.
“Cualquier aumento en la velocidad al caminar de los adultos mayores a través de factores como la actividad física y el aumento del uso del transporte público puede ayudarlos a cruzar las calles de manera más segura”, indicaron.
Por su parte, Tarani Chandola, profesor de la Universidad de Manchester, agregó que “usar el transporte público más de una vez por semana no sólo es respetuoso con el medio ambiente, sino que tiene beneficios, como mejorar la salud y la actividad física de las personas y reduce su aislamiento social”.
“Ya sabíamos que el uso del transporte público disminuye con la edad y que existe un vínculo entre el transporte público y la movilidad, pero este estudio va más allá y sugiere que hay una disminución más rápida de la movilidad entre los que conducen un automóvil en comparación con los que toman un autobús o un tren”, indicó.