La fiscal habló del violento ataque hecho por el custodio de un boliche de Playa Grande a un joven tras los festejos de año nuevo. “El atacante está identificado. Podría ser imputado de un delito que puede ir desde lesiones leves”, declaró al aire de la 99.9
Luego del episodio violento que sufrió un joven a la salida de un boliche en Playa Grande al finalizar los festejo de año nuevo, en el que un hombre del personal de seguridad arrojó a la victima contra el piso dejándolo inconsciente, dialogó la fiscal Andrea Gómez con la FM 99.9 sobre el tema. “No es el primer antecedente en Mar del Plata, hace un año también en un boliche de la misma zona se produjo un hecho similar”, dijo.
En relación a la repetición de este tipo de hechos en la ciudad, la fiscal aclaró que “en Mar del Plata no está regulada la actividad de los patovicas. Siempre hubo proyectos para poner una mínima exigencia que debe tener el personal de seguridad”.
“Yo lo que veo es que toman la violencia como primer recurso y no último. El hecho del contacto físico sin necesidad de tenerlo siempre generan este tipo de cuestiones. Lo que sí es desmedido, a mi criterio, la reacción última de cuando arroja la persona contra el piso”, analizó del hecho que se puede ver en un vídeo que en las últimas horas circuló en las redes de todos los marplatenses.
Sobre el hombre de seguridad aseguró que “el atacante está identificado. Podría ser imputado de un delito que puede ir desde lesiones leves, acá está en la actitud y en cuál fue el despliegue de su acción para ver si esa acción amerita una calificación un poco más grabe. Tengo novedades de que fue desafectado de la empresa, eso no es que mejore la situación o sea una solución. Esta persona es uno de los tantos, la respuesta siempre es la misma la agresión o la extrema violencia para solucionar un conflicto”.
Para cerrar el tema habló sobre el joven víctima del hecho, que se encuentra fuera de peligro: “no había ninguna comunicación oficial de la comisaría novena que tiene jurisdicción sobre la zona, durante el transcurso de la mañana se dio con la víctima que nos contó cómo habían sido sus 48 horas posteriores. Había ido a sacarse unas placas, aparentemente con resultados no perjudiciales para su salud. Al vernos a nosotros tomó conciencia el joven del riesgo que había sufrido”.