Así definió la fiscal Andrea Gómez al juicio por jurados después de un par de casos donde le tocó intervenir. “Hay temas procesales que resolver porque si hay más de dos imputados uno puede elegir juicio común y el otro por jurados”, aclaró también. Por otro lado, se refirió al caso de Agustín Pelegrino quien robó un auto y luego le provocó la muerte a un taxista en su huida.
El caso de Agustín Pelegrino que robó un auto y en la persecución policial chocó contra un taxi provocándole la muerte a su conductor, finalmente será un investigado por la fiscal Andrea Gómez, según lo que determinó la Fiscalía General a pedido de Pablo Cistoldi, representante del ministerio público que intervino en primera instancia.
La Dra. Gómez comentó en la 99.9 que “por ahora es un homicidio simple y son los parámetros que voy a mantener. Debemos determinar los tintes de criminalidad con los que se actuó”. En cuanto al acusado, señaló que se hicieron todas las medidas de recopilación de pruebas a pesar de que se había negado a hacer el control de alcoholemia: “hay un protocolo de actuación en cada delito que hace a la colección de pruebas desde el primer momento. Se negó a hacer alcoholemia pero se le hizo un análisis de sangre. Se hizo la colección de cámaras y estamos haciendo las pericias mecánicas para luego derivar en una accidentológica. Me he comunicado con el hijo de la víctima para ponerlo en autos de mi trabajo y con quien era dueño del Toyota Corolla que fue robado”.
El joven que llevó adelante el ilícito y posterior homicidio, tiene un antecedente de una causa donde está procesado pero sin sentencia aún: “Pelegrino tiene un procesamiento en la provincia de San Luis. No me dice el resultado, pero es por delitos a la propiedad, por robo con un domicilio en La Matanza, una triangulación un poco extraña a mi criterio. Veremos en que situación quedó ese procesamiento”; agregó.
La fiscal Andrea Gómez, también aprovechó para contar su experiencia con los casos de juicio por jurado donde le ha tocado participar: “es una experiencia nueva que me gusta. Tiene un abordaje más simple que en los propios operadores del sistema judicial. Tanto los fiscales como los defensores tienen que investigar y capacitarse para desplegar técnicas de litigación. Los jueces también tienen que aprender a llevarlo”, advirtió.
En las dos oportunidades donde debió atravesar el proceso destacó que resulta interesante lo que les sucede a los jurados con esa responsabilidad asumida: “tuve dos casos, en ambos con condena, una por homicidio y otra por una tentativa de homicidio que quedó en lesiones. Es cansador porque son prácticamente dos o tres días de jornada completa a un ritmo vertiginoso pero la experiencia y la opinión de la gente que se pone en los zapatos de un juez resulta enriquecedora”.
No es sencillo tampoco desarrollar el proceso bajo esta modalidad cuando los espacios no sobran en las salas: “la gente se tiene que acostumbrar a un ámbito donde estamos todos comprimidos. La cercanía con el imputado es mucha y no hay una sala de jurados especial. Hay mucho para mejorar, entre ellos se trata de hacer lo mejor para la asistencia de los jurados”, indicó la Dra. Gómez.
Por último, destacó que a veces se puede utilizar esta maniobra por parte de los abogados defensores para desarrollar sobre el mismo hecho, dos juicios distintos, lo cuál es un despilfarro de recursos innecesario: “hay temas procesales porque si hay más de dos imputados uno puede elegir juicio común y el otro por jurados. Si deciden eso hay que hacer dos juicios con decisiones que pueden ser disímiles, hay que molestar a los testigos y a las víctimas. Lo mismo pasa cuando hay menores, se hace un juicio con el fiscal y tribunal de menores y otro con fiscal y tribunal de mayores”, especificó.