La productora tambera de Carlos Casares indicó en la 99.9 que los anuncios del ministro Sergio Massa no tienen ninguna afectación para su sector y que hay situaciones muy complejas en el país: “hay cientos de tambos al borde del precipicio”, agregó.
La decisión del ministro-candidato Sergio Massa de suspender los derechos de exportación durante 90 días para el sector lechero, no tendrá ningún impacto para los tamberos y en la 99.9, Andrea Passerini, productora tambera de Carlos Casares explicó el difícil contexto que están atravesando.
“A priori, todo lo que anuncia Massa en sus actos partidarios tiene feo olor porque suena a pan para hoy y mucha hambre para mañana”, indicó primeramente. Luego continuó: “nosotros somos 10 mil tamberos con algunas entidades específicas y la industria tiene un centro de la gran industria, otro de la pyme y otra que aglutina a las pocas cooperativas que quedan. Los referentes de estas cámaras reconocieron que esto sólo les sirve para achicar pérdidas, nada más”.
Para los tamberos, la situación es distinta y cada vez más grave: “suponemos que esos 90 días de suspensión de derechos de exportación se inician el 1 de octubre, pero no tenemos precisiones. El remedio termina siendo peor que la enfermedad. Los que ordeñamos vacas todos los días, estamos complicados porque entregamos la leche sin saber a que precio nos van pagar. La sequía se ha profundizado y hay que salir a comprar alimentos para las vacas a precio dólar. Hoy estamos perdiendo en promedio 30 o 40 pesos mínimo por litro, eso es antes de la siguiente devaluación y encima no llueve. A nosotros lo que anunció Massa no nos toca nada”.
Lo grave es que finalmente se trata de un acto político donde interviene el gremio que complica a la propia industria: “en ese acto estaban los bombos de ATILRA que bloquea pymes por todo el país. A ellos sí les toca y el Secretario General se abrazó con Massa. Es crítica la situación y si sigue sin llover no podemos sembrar. Lo dramático de todo esto es que los consumidores que le dan valor a nuestra cadena, van al almacén y el producto lácteo es premium. Está todo roto y como digo siempre, la vaca come dólares y nosotros ordeñamos pesos“.
Todo este contexto hace que el abastecimiento se sostenga, pero a la vez, la situación sea crítica: “hay cientos de tambos al borde del precipicio y no es una metáfora. Cada día es un volver a empezar y afecta a la salud mental de quienes sostenemos una familia o una empresa. Tengo 12 familias adentro del tambo, mes por medio tengo que subir sueldos pero en la medida que la rentabilidad sea negativa, cada día que me levanto tengo que hacer yoga para seguir. Estamos en momentos de mucha angustia, es un escenario de locos y mantener la cordura es el principal objetivo“.
Hartos de anuncios huecos, de mentiras que se venden como grandes beneficios, también pidió que lo políticos se hagan cargo de la función que tienen: “el valor de la palabra está más roto que la moneda, cualquiera dice cualquier cosa en cualquier contexto y es desquiciante la situación. Sostener el valor de la palabra es clave y que se admita cuando hay un error, no seguir hablando pavadas”.