El analista internacional se refirió al ataque de Rusia sobre Ucrania y destacó que gran parte del ejército ruso no cuenta con los elementos para hacer la invasión en los términos que lo pretende el presidente.
El conflicto internacional que generó la invasión de Rusia a Ucrania tiene diferentes aristas para analizar y una de ellas es la realidad del ejército ruso que ha mostrado no contar con los mejores elementos para este tipo de ataques y, sobre todo, algunos elementos de cierta antigüedad.
El analista internacional Andrei Serbin Pont se refirió al tema a través de la 99.9: “hay una desconexión entre las intenciones de Putin y las posibilidades de hacerlo en términos militares. Eso se puede atribuir no sólo en una falla de las posibilidades militares de Rusia que mostró mucho, quizás el objetivo puesto por Putin de tomar Kiev y que el gobierno ucraniano colapsara en las primeras horas, no fue realista. También hay que mencionar el seguimiento que hay en redes de este ataque que genera una expectativa distinta en la gente”.
A partir de las imágenes que empezaron a circular, se cuestionaron muchas cuestiones referidas al armamento utilizado por los soldados: “uno de los grandes cuestionamientos es el poderío militar de Rusia que siempre fue tomada como super potencia. Primero hay falencias en la logística, después porque en la primera línea de ataque, se ven equipamientos desfasados. Hay serios problemas, pero no es generalizado porque las unidades del distrito sur tienen tanques modernos por ejemplo. Rusia ha desplegado en las fronteras de Ucrania casi un 75% de su capacidad militar terrestre”.
Desde Rusia afirman que no enviaron a la guerra a ningún soldado conscripto, pero la información que maneja Serbin Pont es distinta: “hay soldados conscriptos en el terreno, pero el problema es que antes de cruzar la frontera los hicieron firmar contratos para que sean soldados de contrato. Legalmente no te mienten, pero se sabe que los forzaron a firmar para tener la cobertura legal de que no mandaron conscriptos a la guerra”.
La estrategia siempre fue tomar Kiev para lograr la caída del gobierno ucraniano, pero hay una respuesta que no esperaban: “lo que apunta el ejército ruso es asediar a Kiev y usar eso como una herramienta de presión. Lo que estamos viendo es que están tratando de rodear la ciudad pero hay indicios de que algunas unidades ucranianas están realizando contra ofensivas e incluso empujando a las tropas rusas hacia el oeste”, finalizó.