El abogado Andrés Barbieri habló en la 99.9 sobre las maniobras que realizaba este broker bajo el “Grupo Waimea” en Mar del Plata y que era manejado por Rita Blaksley: “Los damnificados que se han presentado, están en el orden de 800.000 dólares pero estamos calculando que la maniobra podría llegar a los 6 millones de dólares”, explicó.
Otra estafa de escalas increíbles se descubrió en Mar del Plata con un grupo de personas que operaba prometiendo inversiones con una devolución del 10% en dólares. La denuncia apunta al broker Enrique Juan Blaksley y a sus colaboradores, y a una veintena de sociedades, con Hope Funds S.A. a la cabeza.
El abogado Andrés Barbieri dio las precisiones en la 99.9 al respecto de esta organización que tenía ramificaciones en nuestra ciudad: “Rita Blaksley operaba en Mar del Plata con una empresa de fantasía llamada “Waimea”. Ahí fingía o simulaba la venta de seguros de vida, pero tenía un grupo de personas que ofrecía contratos de mútuo y les aseguraba a los inversionistas, hoy damnificados, un 10% de rédito”.
Lo que han recogido hasta el momento es sólo una muestra de lo que en definitiva se ha estafado durante los últimos años: “Utilizan gente como productores y actúan en primeros núcleos convivientes y amigos cercanos. La gente no cree en Waimea, Hope Funds o Blanstein; sino en un amigo que propone una inversión. Los damnificados que se han presentado, están en el orden de 800.000 dólares pero estamos calculando que la maniobra podría llegar a los 6 millones de dólares, sólo en Mar del Plata”, remarcó. Esta estafa, sumada a la de Viglione descubierta el año pasado ha llevado a Barbieri a una conclusión: “es increíble la cantidad de dinero que hay en la ciudad en los círculos informales y no dentro de la producción”.
Las empresas que utilizaban para las inversiones eran fantasmas y estaban en su mayoría ubicadas en suelo uruguayo, pero como sucedió con Viglione también, la llegada del blanqueo de capitales generó que se termine el círculo vicioso de estafados: “seducían a la gente con una inversión en empresas ficticias. Inventaban empresas en Uruguay y la gente creía en el productor que le llevaba el negocio. Durante los primeros meses les pagaban los intereses y eso fomentaba que sigan aportando. Cuando llegó el tema del blanqueo, la gente se puso ansiosa en recuperar el capital pero la plata no está”, culminó.
Será el primer paso, pero empezarán a surgir novedades, nombres de implicados y la investigación llegará seguramente a una cifra final de estafa.