El abogado habló en la 99.9 sobre el caso del docente Adrián Rowek que fue condenado a 20 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer docencia a menores de edad, luego de que se comprobaran abusos sexuales contra alumnos y ex alumnos entre 12 y 15 años.
Los casos de grooming y bullying dentro del sistema educativo son cada vez más evidentes y cuesta a veces, descubrir el funcionamiento de estos delitos. Recientemente, se dio a conocer un fallo donde se condenó al docente Adrián Darío Rowek a la pena de 20 años de prisión de efectivo cumplimiento e inhabilitarlo de por vida para ejercer la docencia con menores de edad.
El abogado que intervino en la causa fue Andrés Popritkin que dio detalles a través de la 99.9: “el caso comenzó en 2020, en plena pandemia cuando una madre descubrió que su alumno tenía una constante conversación con uno de sus docentes. El niño tenía 12 años y el docente 50 e hizo una denuncia por grooming en la fiscalía especializada en temas de tecnología y a raíz de eso se hace un allanamiento 5 días después. Ahí descubren al denunciado acostado en una cama semi desnudo con un menor que había sido un ex alumno y tenía 14 años de edad. A partir de ahí el caso tomó estado público y empezaron a llegar muchas otras denuncias de ex alumnos del docente en los últimos 10 años. Incluso algunos que fueron parte de su alumnado en la década del 90, o sea que venía cometiendo esos delitos desde aquellos tiempos”.
Había todo un sistema que el delincuente había montado para la captación de los menores y de a poco convencerlos de lo que quería hacer con ellos: “siempre eran alumnos entre 12 y 15 años porque era maestro de 7° grado, siempre eran varones y tenían un vínculo constante. Era una persona bien vista en el sistema educativo e incluso por los padres. Ahí ponía en marcha un plan criminal que tenía como fin llevar a los alumnos a una situación expresamente sexual. Lo que es interesante para la prevención de estos delitos es que este hombre tenía un vínculo 1-1 con cada uno de sus alumnos. Generaba un vínculo de complicidad, les hacía creer a los chicos que eran especiales y así vencía la resistencia de los menores, de las familias porque se acercaba a los padres y las madres para que no les llamara la atención la cercanía. Había abusos sexuales simples por tocamiento, otras con acceso carnal y hasta suministro de pornografía”.
Para el abogado había todo un trabajo planificado detrás de delito que pretendía cometer y la cantidad de víctimas totales no ha sido establecida: “dedicó su vida a este tipo de conductas, en el expediente se acreditó un perfeccionamiento de un plan criminal, el uso de tecnologías ya que enviaba material pornográfico vía WhatsApp diciéndoles luego que borre todo del teléfono para preservarse un poco”.
Rowek está en prisión y permanecerá allí mientras se llevan adelante las distintas instancias de apelación esperando que quede firme la sentencia: “está detenido desde mayo del 2020, se le renovó dos veces la prisión preventiva y ahora con la condena, ante la posibilidad de fuga, seguirá detenido. No sólo tiene una condena por abuso sexual con 8 víctimas, sino que lo inhabilitaron de manera perpetua para ejercer la docencia con menores de edad. Es significativo que lo expulsen del sistema educativo porque tuvo 30 años de docencia sin que nadie se diera cuenta”, señaló Popritkin.