Andriy Hontar: «La operación de Ucrania en suelo ruso está a la altura de los mejores servicios de inteligencia»

El español nacido en Ucrania habló en la 99.9 sobre el golpe con drones que dio Ucrania a Rusia en su propia tierra destruyendo 41 aviones bombarderos.

Ucrania generó un ataque en plena guerra estratégica contra Rusia que cambió notablemente la manera de atacar objetivos concretos. El SBU primero introdujo de contrabando en Rusia drones fpv (de pilotaje con visión remota) y después cabañas móviles de madera. Posteriormente, en el territorio de la Federación Rusa, los drones fueron ocultados bajo los tejados de las casas, colocadas ya en camiones. En el momento oportuno se abrieron a distancia los tejados de las casas y se volaron los drones para alcanzar 41 aviones bombarderos rusos.

El español nacido en Ucrania, Andriy Hontar habló a través de la 99.9 sobre este particular suceso y destacó que «ha sido una operación que está a la altura de los mejores servicios de inteligencia que hemos visto a lo largo de la historia, incluso me atrevería a decir que no hay antecedentes de algo así».

No sólo fue una operación compleja, sino que además se hizo muy cerca de un lugar estratégico con el objetivo de despertar aún menos sospechas: «la base de operaciones que hizo Ucrania fue al lado del edificio del FSB (Servicio Federal de Seguridad) ruso. En vez de esconderse en un bosque o a las afueras de alguna ciudad, dijeron vamos a alquilar en el almacén de al lado del FSB ruso. Ucrania, aparte de jugar con esto, consiguió montar tanto los camiones que transportaron estas cargas como los propios drones dentro de Rusia. Es algo tremendo, porque los drones los hemos visto en estos tres años usarlos por parte de Ucrania y de Rusia, pero hacer una operación dentro de Rusia, montando este dispositivo dentro de Rusia y que los propios conductores que llevaron estos contenedores hacia los aeródromos y bases aéreas rusas, no supieran lo que están llevando; era algo surrealista y yo creo que podemos decir que la realidad supera la ficción. Otra vez».

Este tipo de estrategias lleva a replantear donde se debe poner el frente principal de defensa para Rusia y eso genera un cambio notable para la guerra que se inició con la invasión de Putín: «Ucrania es un país bastante más pequeño que Rusia, o sea, tres veces más pequeño en población, en tamaño y hacer una guerra simétrica es una derrota total. Tiene que buscar las formas de hacerle el máximo daño posible a los rusos con los mínimos recursos utilizados. Al meter este componente de operaciones encubiertas, al final le obligas a los rusos a desplegar sus defensas por todo el territorio y al tener un territorio tan vasto; al final no tienes tantos mecanismos, tantas plataformas de defensa para defender todos los puntos de interés. Ahora mismo Rusia está en un completo caos y no sabe qué hacer».

Desde el punto de vista económico, el impacto de la operación ucraniana también es un dato extraordinario que demuestra también la debilidad de Rusia: «los drones comerciales ucranianos que cuestan 400 o 600 dólares y ayer han destruido aviones con capacidad de portar misiles nucleares que, solo el avión, cuesta más de 300 millones y Rusia no puede fabricarlos porque son de fabricación soviética pero estas plantas ya no existen. Ahora mismo están en un dilema porque este golpe es que le ha dolido muchísimo, no tanto que lo haya hecho Ucrania, sino es que realmente le pone una situación de debilidad contra sus máximos rivales que son China y EE.UU. porque han visto como de golpe y porrazo Rusia ha perdido una gran parte de sus efectivos de disuasión nuclear que tenían».

Hoy en día, pensar que un país considerado potencia mundial puede ganar una guerra fácilmente, ya no es lo común porque las estrategias y el acceso a elementos básicos que son muy dañinos lleva al replanteo de muchas situaciones: «ahora vamos a ver cómo hay que recalibrar, cambiar la mentalidad completamente de lo que es una guerra, porque las guerras van a ser cada vez más asimétricas. Grupos pequeños, países con un presupuesto ridículo pueden destruir grandes potencias y tendrán que crear y desarrollar plataformas tanto de ataque como de defensa que sean de fabricación masiva y que sea de costo barato, como pueden ser por ejemplo los drones para el ataque, pero también plataformas, por ejemplo láser para derribar estos drones».