Angélica González: “Hay que evolucionar en la forma de asistir a las personas en situación de calle”

La concejal de la Coalición Cívica habló en la 99.9 sobre la necesidad de debatir con responsabilidad lo que sucede con las personas en situación de calle en Mar del Plata.

El intendente municipal, Guillermo Montenegro, a través de sus redes sociales, expone la situación de las personas que viven en la calle en Mar del Plata, generando incluso hasta un debate ideológico con autoridades de otros partidos.

Lo cierto es que, en Mar del Plata, la concejal de la Coalición Cívica Angélica González pidió un debate responsable teniendo en cuenta la complejidad del tema. En diálogo con la 99.9, indicó que “mi apreciación surgió en una sesión donde de pronto hay una exposición con una postura muy irresponsable y de tomar el manejo de una realidad que es compleja y de alto grado de preocupación en general para el país. Estuve en el último congreso de psiquiatría internacional que hubo en Mar del Plata en el mes de octubre y una diputada nacional nuestra tiene un proyecto para modificar la Ley de Salud Mental hace mucho tiempo y lo viene trabajando”.

Ese es uno de los aspectos claves porque no se permite que las personas sean trasladadas a los refugios y González destacó que algunos eligen vivir en la calle: “Mar del Plata tiene gente en situación de calle, obviamente como producto de una economía que muchas veces resulta expulsiva de las clases más necesitadas, y hay familias en calle, pero también hay otro tipo de gente en situación de calle, que son las personas que tienen un alto grado de dificultad en su salud mental y algunas que además, tienen conductas adictivas. Hay gente que elige la calle, que son las personas que rompieron con todo lo que es la pertenencia de la normativa, saliéndose del sistema y no queriendo respetar normas. Necesitan, quieren y es imperioso para ellos la calle. De todas maneras, Mar del Plata tiene realmente un sistema de atención bastante completo, o sea, existen subsidios de $135.000 por tres meses que se renuevan por tres meses más para poder sostener la posibilidad de que vayan, si no quieren los paradores o no hay lugar de paradores, a una habitación u hoteles. Desarrollo Social conecta al que esté interesado, al que voluntariamente acepta estar en paradores donde se alimentan, donde se higienizan y descansan y también se los conecta con la posibilidad de capacitarlos en oficios o poder acercarlos a posibilidades de salud, o sea, ser asistidos. Obviamente esto no es suficiente, siempre nos quedamos cortos, pero tenemos que entender que Mar del Plata tiene un turismo que viene a vacacionar y un turismo que viene a trabajar a Mar del Plata en situación de calle. Hay familias conocidas que se alojan en determinados lugares y que obviamente, finalizado el verano, algunos parten y otros comienzan a quedarse. Esa población que en algún momento fue golondrina, se vuelven pobladores de la calle de Mar del Plata”.

Otro de los puntos que destacó dentro de la compleja situación, son aquellas personas traídas a la ciudad con ciertos intereses y también se quedan: “hay un descontrol en todo esto que es un síntoma social, es un indicador de una realidad que no está siendo constructivamente buena para todo ser humano. Indudablemente detrás de todo esto también es cierto que hay gente que es traída y que no necesariamente es la situación de la gente que está en situación de calle. Yo diría es un microgrupo social dentro de un macrogrupo con sintomatología, que reproduce también realidades de lo macro”.

Abordar el tema, analizarlo y buscar soluciones tiene que estar por fuera de un mero debate político e ideológico porque es más amplio: “hay que ir evolucionando acerca de las formas en las que tenemos que ir abordándolo. No solamente hay que entrenar al personal que asiste la retirada, sino entrenar al personal que también los cubre, los protege y los trata de sostener en esta situación de carencia. Dentro de este mundo tenés adicciones, tenés deterioro emocional, deterioro psicológico o psiquiátrico, o sea, es un micromundo difícil de mucho sufrimiento para quienes lo están padeciendo y también de sufrimiento para aquel que observa pasivamente y a veces no tiene forma de poder brindar algo que sea verdaderamente efectivo para erradicar esta situación del mundo, de la sociedad”.