Aníbal Fernández negó las acusaciones de Segovia ante la Justicia

El narco había declarado que el ex funcionario lo ayudó a conseguir un arma.

Anibal-FernandezLuego de que Clarín reveló en su edición de ayer que el “rey de la efedrina”, Mario Segovia, había aportado pruebas a la Justicia de sus vínculos con Aníbal Fernández , el ex jefe de Gabinete explotó vía Twitter.
“Clarín? Otra vez hecha mano al ridículo y la mentira? Dan vergüenza?”, fue el primero de una treintena de tuits dirigidos a desmentir la publicación del diario.
Segovia declaró días atrás ante la jueza María Servini de Cubría -comenzó a declarar el pasado 16 de agosto- que el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo lo recibió en su despacho y luego le facilitó, a través de un secretario, el acceso a la portación de armas.
Lo llamativo es que detrás de uno de los papeles que supuestamente se llevó Segovia ese día había una serie de anotaciones confusas acerca de entrega de pasaportes y permisos de portación de armas a cambio de sumas exorbitantes de dinero. Uno de los mensajes más intrigantes dice: “Llamar a la noche (Alejandro) para que a primera hora le diga (a la Morsa F.) que Andrés tiene para él US$ 150.000”. “Andrés” podría ser Meizner, colaborador de Fernández, aunque la jueza no lo determinó aún.
“Como las políticas del presidente de la Nación ponen a parir a la mayoría del pueblo argentino … se le hace imperioso al Gran Diario Argentino (Clarín) publicar estas operaciones absurdas con el objeto de distraer a la opinión pública”, se defendió el ex candidato a gobernador del FPV.
Fernández también puso en tela de juicio lo “oportuno” de la declaración de Segovia, cuando la ley del arrepentido existe desde hace dos años.
“Fueron a buscar a este [narcotraficante] cuya detención anuncié YO mismo como Ministro de Seguridad, el 24 de noviembre de 2008 en conferencia de prensa. Un narcotraficante condenado que pudo acogerse a la figura del arrepentido que tiene la Ley 23.737 Ley de drogas hace años, aparece ahora?”, insistió en su seguidilla de tuits.
Además, trajo a colación su derrota frente a María Eugenia Vidal, la que atribuye a las declaraciones de Martín Lanatta que lo identificaron como “la Morsa”.
“Repiten el libreto mugriento que me hizo perder la provincia de Buenos Aires, engañando a los votantes que ahora sufren las consecuencias. ¿Desde cuándo tiene mayor valor la palabra de asesinos y narcos condenados qué la de un ciudadano sin nada que ocultar?”
Finalmente, Fernández cerró su extensa catarsis acusando al Gobierno de “valorizar la palabra de narcos y asesinos convictos”.
Mario Segovia fue detenido en 2008, sindicado como el mayor proveedor de efedrina a los carteles mexicanos. En 2012, la Justicia lo condenó a 14 años de prisión.
Segovia está involucrado en otras dos causas: una es por contrabando de 17 toneladas de CD y la otra por el ingreso de vehículos bajo el régimen de franquicias diplomáticas.
Según la causa de la ruta de la efedrina, para la compra ilegal del precursor químico Segovia utilizaba un DNI con identidad falsa a nombre de Héctor Germán Benítez, que en realidad es un interno del penal de Sierra Chica, acusado de robo calificado.

El caso Nisman llega a la Corte

La Corte Suprema de Justicia recibirá hoy la causa por la muerte de Alberto Nisman. Cuando llegue el expediente, el tribunal deberá decidir en qué juzgado caerá: si sigue en el de Fabiana Palmaghini, donde se encuentra actualmente, o si pasa al de Julián Ercolini, en el fuero federal. Ésta será la última instancia para analizar el tema.
Tanto el fiscal Ricardo Sáenz como las hijas, la madre y a la hermana de Nisman consideran que el caso debe pasar al fuero federal, ya que el fiscal se encontraba desempeñándose en su función del caso AMIA. Sin embargo, la defensa de Diego Lagomarsino, el técnico informático que le dio el arma a Nisman y que ahora está imputado por ello, considera que el caso debe seguir en un juzgado de instrucción porque se trató de un suicidio.
La Corte Suprema tendrá la última palabra en esta materia y, de aceptar el caso, no tiene plazos para resolverlo. Mientras, la causa sigue su rumbo, sin que se hayan esclarecido las circunstancias de la muerte del fiscal.