El asesor político español habló en la 99.9 sobre los desafíos de la modernidad en la política y la utilización de la verdad como una herramienta para fortalecer las sociedades: “Nosotros nos debemos a la gente, no es al revés”, aclaró.
La política está cambiando. Las sociedades están cambiando, pero para bien. El asesor político Antonio Solá es conocido como el “hacedor de presidentes” y dedicó unos minutos a hablar en la 99.9 sobre lo que ve en la actualidad alrededor de los político.
Uno de los puntos centrales es la utilización de la verdad como una herramienta para fortalecer las democracias: “mentir en política o en cualquier aspecto de la vida que tiene implicancias legales, deben ser condenado. Lo que trabajo con los candidatos o funcionarios públicos con los que colaboro, es que tienen que hablar con la verdad o administrar la verdad. Eso es importante para que la democracia pueda ser respetada”, explicó.
Hablar con la verdad, también está relacionado con la responsabilidad del cargo que se asume y que no siempre está claro: “cuando los políticos se paran en la verdad y son firmes en decir las cosas que la gente necesita escuchar, eso rinde y tributa en los políticos y en las sociedades. Todos tenemos una responsabilidad, los periodistas, los profesionales, los políticos y quienes estamos en esto. Nosotros nos debemos a la gente, no es al revés. Cuando sucede al revés es cuando creemos que los coches oficiales son nuestros y el dinero que manejamos es nuestro cuando no lo es, es de la gente”, aclaró luego.
En medio, aparecen las redes sociales que se vuelven una herramienta para mantenerse más cerca de la información, pero se utiliza también para cuestiones que destruyen la propia sociedad: “no puede ser que las redes sociales sean el vertedero de la comunicación política, debería estar castigado hacer perfiles falsos y empezar a agredir con mentiras. Hay ejemplos de funcionarios políticos en el mundo que se sujetan a la verdad y gobiernan muy bien por lo que no es imposible construir un mundo mejor con la verdad”.
En el caso de Argentina, “la grieta” es el eje central pero no es el único país del mundo donde esto sucede. Incluso Solá aprovechó para hablar acerca de lo que está pasando en su país: “es una vergüenza la clase política que tenemos en España, nos matamos cada 40 o 50 años. Los medios de comunicación y las encuestadoras no supieron codificar lo que están diciendo los españoles. Están hartos de la mala política, del abuso y la corrupción”.
Focalizandose en lo sucedido en Argentina, dio su punto de vista: “hay una sobreestimación de la pareja Fernández-Fernández y una subestimación del gobierno de Macri, que por cierto ha sido un desastre. Las personas son mucho más inteligentes de lo que creemos, los ciudadanos no son tontos, los tratamos como tontos. Es una corriente mundial, los ciudadanos tienen mucho más acceso a la información y se está despertando una nueva ciudadanía”.
Justamente la interacción constante con nuevas tecnologías es la que genera una sociedad más despierta y con mayores herramientas: “la tecnología está cambiando la forma de hacer política, está en construcción la democracia digital directa. Dentro de poco, ya no necesitaremos los intermediarios porque vamos a poder votar desde nuestro teléfono. Hay que transparentar la política, los medios de comunicación y las redes sociales porque todos tenemos intereses”, destacó.
Empezar a acomodar estas cuestiones le allanará el camino a las futuras generaciones, que tienen la particularidad de venir mejor preparadas para su entorno: “vienen niños mucho más inteligentes que nosotros y la revolución política y tecnología es inevitable. Las cosas cambiarán y será bueno para las personas. En las próximas dos décadas cambiarán tanto las democracias que ya no servirán las normas que tenemos”, finalizó.