Parte de los fondos del sindicato intervenido que tuvo como titular a la senadora nacional de Cambiemos, habrían derivado en la campaña del oficialismo en la Provincia.
¿De dónde salió la plata? Esa es la verdadera pregunta detrás de los aportantes truchos. Es que, a fin de cuentas, la razón por la que Cambiemos presentó a beneficiarios de planes sociales y a sus propios candidatos y candidatas en un lista con supuestos montos que habrían puesto para la campaña, es para blanquear los fondos que de otra manera no podrían entrar en el circuito.
Una de las sospechas es que parte de ese dinero, y cuando decimos ‘parte’ hablamos de millones de pesos, haya provenido del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) que fue intervenido en el marco de la detención de Omar ‘Caballo’ Suárez, su extitular. Quien estuvo a cargo de la intervención no fue otra que Gladys González, la ahora senadora nacionl de Cambiemos por la provincia de Buenos Aires.
Desde el principio de la gestión del SOMU, la compañera de fórmula de Estaban Bullrich fue señalada desde el sindicato por realizar distintas maniobras oscuras que incluyen también el nombramiento de miembros del PRO dentro de la organización. Uno de los ejemplos más bochornosos fue el de Sandra Heredia, la empleada del ministro de Trabajo Jorge Triaca, a quien acomodaron como ‘delegada interventora’ del gremio. Pero los chanchullos no terminan allí.
El periodista Jorge Duarte indicó en una nota en el portal Infogremiales que desde el entorno de Suárez denunciaron que al menos 180 millones de pesos pudieron haber salido del sindicato para la campaña.
“En las arcas de sólo una de las instituciones “tomadas”, la Fundación Azul, había algo más de $120 millones al 8 de febrero de 2016, día en que un fallo de Rodolfo Canicoba Corral dicta la intervención. Además calculan que entregaron un patrimonio de otros 60 millones en las cuentas del gremio y de la mutual. Dos años más tarde, al finalizar las actuaciones, el gremio llegó con las finanzas complicadas y la mutual en quiebra, tanto es así que está vendiendo su histórico edificio para cerrar y pagar lo que debe”, contó Duarte en la nota.
Como se sabe, el año pasado el concejal Daniel García, Presidente del Bloque Podemos del Honorable Concejo Deliberante de Avellaneda, denunció que Gladys González ofrecía puestos laborales a cambio de donar el diez por ciento del sueldo percibido a una “fundación”. El concejal mostró una una captura de pantalla de una conversación de Whatsapp donde se le pedía el “diezmo”. Ese dinero, y tanto otro, podría ser el que se blanqueó con los aportantes truchos.
Gonzalez figura con $30 mil pesos de aportes en efectivo. La senadora además, fue cuestionada por haber cobrado en simutláneo su sueldo como legisladora más los 60 mil pesos mensuales por ser interventora del SOMU, cosa que no está permitida. Pero el mar de fondo sería mucho más turbio y las investigaciones recién empiezan.