Es para el subtipo más común de la enfermedad. En este tratamiento, el propio sistema inmune ataca al tumor.
En la Argentina se producen 10.296 casos de cáncer de pulmón al año. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el de pulmón se ubica en el cuarto lugar entre los tipos de cáncer más comunes y es -sin distinción de sexos- el que más mortalidad genera. El subtipo más frecuente es el de células no pequeñas, que representa el 85% de los casos. Quienes lo sufren cuentan con un nuevo tratamiento, que tiene una peculiaridad: busca que el propio cuerpo le gane a la enfermedad. Se llama nivolumab y es la primera inmunoterapia disponible en el país para esta patología: acaba de ser aprobada por la ANMAT.
Se aplica en forma intravenosa y está indicada para los que fueron fumadores y para los que no. Beneficia a todos los grupos de pacientes porque no está dirigido a la célula tumoral, sino al sistema inmune (que tiene que matar a la célula tumoral). Según el laboratorio que la desarrolló, Bristol-Myers Squibb, demostró aumentar la sobrevida en comparación con la quimioterapia: en algunos casos, la duplica.
“Permite que más pacientes estén vivos por más tiempo”, dice a Carlos Silva, jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Británico. La efectividad se comprobó “en segunda línea”: para quienes ya recibieron un tratamiento (generalmente quimioterapia), pero el mal siguió progresando, como sucede la mayoría de las veces.
“Es un avance, lo estábamos esperando -coincide su colega Luis Fein, miembro de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Oncología Clínica-. Hasta ahora logró ser, en algunos tumores, mucho más efectivo que los tratamientos tradicionales. Y hay toda una serie de investigaciones abiertas para ver cómo se complementa con la quimioterapia o la radioterapia.
En todo esto, la palabra clave es “inmunoterapia”. Si bien ya existía otra aprobada en el país (ipilimumab, para melanoma), sigue siendo una novedad y, para muchos, “una esperanza”. Implica el uso de fármacos que, en lugar de apuntar al tumor, actúan sobre el sistema inmunológico y buscan que las células del mismo combatan el cáncer. En 2013, la revista Science la eligió “el hecho científico del año”.