El presidente de la Cámara de Armadores de Buques Fresqueros de Altura, Diego García Luchetti, indicó en la 99.9 que aguardan que el cambio de gobierno después de las elecciones del 25 de octubre sirva para que se atiendan los históricos reclamos del sector pesquero: “es una actividad que prontamente, con medidas razonables, se reactiva”, aclaró.
La situación de la pesca en el país sigue en los mismos parámetros que hace mucho tiempo. Estancada y sin respuesta política, los actores principales del reclamo siguen agitando sus banderas ante dirigentes que miran hacia otro lado.
Así lo expresó en la 99.9 Diego García Luchetti, presidente de la Cámara de Armadores de Buques Fresqueros de Altura, quien señaló que “seguimos con los reclamos históricos. No se ha resuelto nada y tampoco se resolverá con las actuales autoridades. Estamos apuntando a que, quienes nos gobiernen desde el 10 de diciembre, escuchen los reclamos del sector para reactivar la industria”.
A pesar de que se intente “pintar” un poco mejor la situación a través de estadísticas oficiales, internamente saben que la situación es grave: “los números pueden decir lo que quieran, pero la realidad es que el sector está muy mal. La actividad es netamente exportadora, el 90% de lo que se produce se exporta y como empresa, aún a pérdida, tenemos que seguir manteniendo los mercados porque sino perdemos los clientes. No tenemos un producto único en el mundo”, aclaró.
La falta de reacción de los políticos en este tema es de larga data porque los síntomas se fueron profundizando lentamente hasta llegar a un punto crítico: “esto fue progresivo. Primero se perdió rentabilidad, luego se gastó capital de trabajo y después se endeudaron para seguir trabajando. Es una crisis que atraviesa transversalmente a todo el sector desde el más pequeño al más grande”, agregó luego García Luchetti.
Ni siquiera a través del mercado interno se puede sustentar la actividad porque no alcanza para cubrir absolutamente nada. “El mercado interno es muy pequeño, sólo el 10% de lo que se pesca, no mueve el termómetro de las empresas. No es atractivo ni significativo para las empresas porque el enfoque es exportador”, explicó. También dejó en claro que la importación no representa un problema: “lo que se importa no influye en nuestra actividad y costo porque son productos que no están en nuestra plataforma marítima”.
Las medidas que reclaman parecen escucharse una y otra vez, pero cada vez para los dirigentes es una voz más lejana. Nadie ha realizado los ajustes necesarios para que la pesca pueda reactivarse. “Debemos esperar el cambio de gobierno para que nos escuchen, que se asegure un tipo de cambio real y competitivo, que se eliminen los derechos de importación, que se agilicen los mecanismos de devolución del IVA y que se elimine la tasa de gasoil. La pesca es una actividad que prontamente, con medidas razonables, se reactiva. Esperamos ansiosos que el gobierno que asuma en diciembre tome las medidas adecuadas”, sentenció.