Argentina busca conseguir financiamiento alternativo y piensa en un banco asiático

Una ley tiene que aprobar el pago de hasta u$s 5 millones o 50 acciones. Al Banco de Inversión en Infraestructura de Asia le interesa los túneles que cruzan a Chile.

Argentina podría ser parte antes de fin de año del Banco de Inversión en Infraestructura Asiático (AIIB), una entidad multilateral que busca financiar proyectos de energía, transporte y nuevas ciudades que mejoren la conectividad con Asia. Sólo siendo miembro pleno el país puede obtener financiamiento, para lo cual tiene que aprobar una ley y aportar el 20% del capital correspondiente, que puede llegar hasta u$s 5 millones. Al banco le interesa financiar los túneles que perforan la Cordillera de los Andes y los puertos que conectan a ellos en Chile.
El ingreso de Argentina al AIIB fue aprobado el año pasado. El país puede suscribir hasta 50 acciones, o el equivalente a u$s 5 millones, que se relaciona con el tamaño del PBI. Según explicaron fuentes del Ministerio de Finanzas, recién cuando se sancione la ley se aprobará el aporte de capital.
Por ahora, el presidente de AIIB, Jin Liqun, se reunió con el ministro de Finanzas, Luis Caputo, el fin de semana en Mendoza, durante la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para recabar información sobre los proyectos existentes y ofrecer las facilidades de financiamiento.
“Esperamos que a fin de año la Argentina complete el ingreso. La Argentina tiene que terminar con los trámites domésticos e integrar el primer 20% de la cuota, con las reglas locales para completarlo”, dijo ayer la vocera del AIIB, Laurel Ostfield, durante un encuentro con la prensa en un hotel del centro porteño.
La Argentina es uno de los siete países de América latina, junto a Brasil, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela, habilitados para ingresar al banco con sede central en Beijing, China.
Fundado en 2016, el banco ya cuenta con 84 países miembros y más de u$s 4260 millones que financian 24 proyectos.
Las prioridades de inversión son proyectos de energía, que incluye renovables, distribución, mejorar la eficiencia. También, transporte y conectividad, es decir, caminos, puertos, ferrocarriles, aeropuertos. Y lo que llaman ciudades sustentables, donde los migrantes desde el mundo rural quieran vivir.
En la Argentina están interesados en los túneles que atraviesan los Andes, hoy en marcha el de Agua Negra y el de Las Leñas, y el sistema de puertos de Chile. “Estamos seriamente interesados en ellos”, dijo Ostfield. “Para nosotros tiene que haber un beneficio económico directo para Asia”, agregó.
El formato puede ser mediante préstamos soberanos, que tienen un costo similar al del resto de los multilaterales; a lo privados, a precio de mercado. Podría involucrarse en contratos PPP y en asociación con otros bancos multilaterales, como el BID y el Banco Mundial.
“Los gobiernos enfrentan preocupaciones de deuda, y nosotros podemos poner sobre la mesa más capital y haciendo a los emergentes más interesantes para los privados”, dijo Ostfield. Según explicó, la participación del AIIB puede reducir el riesgo de un proyecto, al ofrecer garantías para los privados; invirtiendo en fondos, como lo han hecho en los fondos de infraestructura de Morgan Stanley e India, que atraigan mayores capitales.
Además, el AIIB creó una fuerte asociación con el BID, en la cual el multilateral podría liderar los proyectos y el AIIB, completar la brecha de capital faltante mientras se cumplan sus estándares sociales y de control de la corrupción.
Los principales accionistas son China (31,35% de participación, debido al tamaño de su PBI), seguido por India (8,81%) y Rusia (6,88%). Fuera de la región asiática los principales socios son Alemania (4,72%), Francia (3,55%) y Reino Unido (3,22%). EE.UU. y Japón fueron invitados a unirse, pero aún no han aceptado.
El total de participación accionaria de los 42 miembros asiáticos es de 77,61%.