El abogado Álvaro Herrero es coautor de un informe sobre la inseguridad cuyos datos estadísticos podrían servir como guía para la implementación de políticas gubernamentales. “La inseguridad no es ninguna sensación, porque los datos estadísticos muestran que hay un problema y que tiene una magnitud importante”, destacó en el aire de la 99.9.
La inseguridad preocupa a todos, pero no parece ser prioridad para el Estado a la hora de aplicar políticas. Sin embargo, numerosos profesionales e instituciones llaman la atención sobre estos temas y se ocupan de brindar herramientas para el análisis de la problemática.
En ese camino, Álvaro Herrero, abogado y Doctor en Ciencias Políticas, junto con Sofía Mercader, confeccionó el documento “Seguridad Ciudadana: Notas para el debate”. Esta mañana en la 99.9, señaló que “la inseguridad no es ninguna sensación, porque los datos estadísticos muestran que hay un problema y que tiene una magnitud importante. El objetivo del informe es contribuir al debate dando algunos datos estadísticos que nos puedan ayudar a pensar por dónde viene la mano y cuáles son los principales desafíos”.
Entre las principales conclusiones que han sacado, destacó: “del estudio surge que si bien Argentina tiene tasas muy bajas de homicidios en la región, tiene las tasas más altas de robo, especialmente de robos violentos. Está al tope del ranking en delitos contra la propiedad. La escala que esto tiene es importante en el nivel de incidencia sobre toda la sociedad”.
La inseguridad está planteada como un problema cotidiano, y las justificaciones políticas que se utilizan no son efectivas en lo más mínimo. “El Estado no puede decir que quien comete un delito es una víctima de la inequidad social, porque deja a la sociedad en un lugar sumamente incómodo. Ese es otro de los ejes del informe, debemos salir de esa disyuntiva”, afirmó el abogado. Luego, abundó: “hay que tener enfoques basados en las víctimas, que los políticos se preocupen por ellos. Cuando las víctimas son producto del Estado, como Cromañón por poner un ejemplo, enseguida se preocupan por las víctimas. Deben encontrar respuestas y hablar con sinceridad del problema para encontrar soluciones que puedan bajar los robos”.
El estudio de Herraro y Mercader brinda herramientas que pueden servir para menguar el impacto del delito en la sociedad: “una de las claves es la reforma de la justicia penal, que hoy es muy lenta. Debe tener mayor celeridad, respetando los derechos de todos. También se deben fortalecer las fuerzas de seguridad, con políticas de prevención social y trabajando en las comunidades más necesitadas, tratando de romper los ciclos de violencia intrafamiliar; que los chicos no dejen las escuelas, que haya formación laboral para ellos, políticas de hábitat urbano llevando el Estado a los lugares más necesitados”.
La situación actual ubica a nuestro país en un nivel similar al de El Salvador, pero con algunas diferencias importantes: “el dato interesante es que Argentina presenta una situación atípica en materia de robos violentos, y se debe tomar esto para generar políticas públicas. No se diseñan estrategias. Argentina tiene un problema con la generación de datos estadísticos, pero se agrava porque la inseguridad es un problema relativamente nuevo en la región, que ha surgido en los últimos 15 o 20 años. La diferencia con Estados de Centroamérica es que hay Estados más fuertes, sólidos y capacitados”.
Si bien han puesto los datos a consideración, se necesita una decisión política para tomar el tema y empezar a trabajar, porque llevará mucho tiempo erradicarlo: “esto no se solucionará en un año, ni en dos ni en cinco. Requiere largo plazo y coordinación estatal, algo que tampoco estamos viendo”.