Mientras que el año pasado se hallaba en el 30º lugar, hoy está en el 26. Dinamarca se quedó con la punta.
En el término de un año, Argentina trepó cuatro posiciones en el ranking de los países con mayor índice de felicidad, al pasar del puesto 30 del mundo al número 26. Tal es la ubicación que le adjudicó el último “Informe Mundial de la Felicidad”, un estudio elaborado todos los años por Naciones Unidas, que fue presentado ayer en Roma y considera a los daneses el pueblo más feliz.
El ranking, que evalúa la felicidad subjetiva de los habitantes de 157 países en función de su economía, su calidad de vida y sus niveles de igualdad social entre otros tantos factores, ubicó este año a Dinamarca en la primera posición, puesto que en las últimas dos ediciones había ocupado Suiza, ahora relegada al segundo lugar. Islandia, Noruega y Finlandia completan, en ese orden, el cuadro de las cinco naciones con mayor felicidad.
Tras ubicarse durante dos años en el puesto 30, Argentina subió al 26, quedando en Latinoamérica por debajo de Brasil (17º), México (21º), Chile (24º) y Panamá (25º), pero por encima de Uruguay (29º), Colombia (31º) , Venezuela (44), Bolivia (59), Perú (64) y Paraguay (70).
En lo que hace a la felicidad percibida por sus habitantes, Argentina se encuentra mejor posicionada que varios países europeos, como es el caso de Francia (32º), España (37º), Italia (50º), Portugal (94º) y Grecia (99º), según el reporte presentado en vísperas del 20 de Marzo, Día Mundial de la Felicidad.
En las últimas posiciones del ranking aparecen Afganistán (154º), sometido por las dura política talibán; Siria (156º), inmersa en una guerra civil que ya lleva cinco años; y Burundi (157º), que enfrenta una grave crisis política luego de que su presidente decidiera presentarse a un tercer mandato pese a que lo prohíbe su Constitución.
DIFERENCIAS
El Reporte de Felicidad Mundial, elaborado desde 2012 por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU, es una encuesta que trata de medir el indice de felicidad subjetiva de cada país en función de factores tanto económicos, como sociales y ambientales.
De acuerdo con los expertos que elaboran el reporte, tres cuartas partes de las diferencias entre los países, y también entre regiones, se explican por las diferencias en seis variables claves: el Producto Bruto Interno per cápita, los años de expectativa de vida saludable, la contención social, la libertad percibida para tomar decisiones de vida, la generosidad de la gente y el nivel de corrupción gubernamental.
Considerado un indicador “arbitrario” y “poco confiable” por algunos investigadores hace unas décadas atrás, cada vez más gobiernos toman al índice de felicidad subjetivo como una medida del progreso social y utilizan los datos arrojados por las investigaciones sobre el tema para el diseño de políticas que permitan a la gente llevar una vida mejor.