La aguda caída de precios de las importaciones sostuvo el saldo positivo de la balanza comercial, frente a la baja de precios de las materias primas que el país exporta.
El INDEC difundió su análisis sobre Índices de precios y cantidades del comercio exterior, en el que detectó que en el tercer trimestre de 2016 los términos de intercambio de mercaderías alcanzaron su punto más favorable para el país desde el primer trimestre de 2013.
El ente estadístico explicó que “en el tercer trimestre de 2016 se observó una desaceleración en la caída de los precios de las exportaciones, que registraron una leve variación negativa de 0,1%, en tanto los precios de las importaciones descendieron 10,5%” en comparación al período julio- septiembre de 2015.
La pérdida de valor de los productos que la Argentina importa es mayor que la caída de precios de los bienes que Argentina exporta, lo que mejora los términos de intercambio. Esta relación “registró una suba de 11,6% comparado con igual período del año anterior”, según el INDEC.
Argentina gozó de los mejores términos de intercambio su historia en los años 2011, 2012 y 2013, por el impulso de las cotizaciones récord de la soja y sus derivados industriales, como harinas, aceites y residuos. Este complejo exportador es el más importante de la economía local y representa más de la tercera parte de las ventas externas.
En aquel trienio también se registraron los volúmenes de comercio exterior más importantes, tanto en importaciones como exportaciones. Entre julio y septiembre de 2012 la tonelada de soja sin procesar llegó a operarse sobre USD 650 por tonelada en el mercado de Chicago, casi el doble de los actuales USD 364 por tonelada.
Entre enero y septiembre de 2016 los precios de las exportaciones tuvieron una caída del orden de 6,4%, compensados por un incremento de las cantidades de 5,1% en comparación con 2015. Las exportaciones acumularon USD 43.621 millones, monto 0,5% inferior a igual período del año anterior.
Para las importaciones, los precios en nueve meses de 2016 registraron bajas interanuales de 12,6%, y aunque las cantidades importadas aumentaron 4,2% respecto de 2015, totalizaron USD 41.533 millones, un 8,9% menos que el del mismo período del año pasado.
Con esta dinámica, el índice de los términos del intercambio elaborado por el INDEC registró una mejora de 7,1% entre enero y septiembre.
En gran parte, Argentina le debe el superávit comercial a la notoria retracción de precios de la energía en el mundo. Debido a su déficit energético el país se convirtió en dependiente de las compras de gas al exterior y, en menor medida, de electricidad y petróleo.
Entre enero y septiembre los precios de combustibles y lubricantes restaron 35,5% frente a 2015, y en cantidades Argentina importó 4,9% menos energía este año. Así el monto involucrado fue 32,3% o USD 1.884 millones menor en este concepto, al caer de 5.829 a 3.945 millones de dólares.
En materia energética el INDEC especificó que este año “a nivel de productos se destacaron las menores compras de gas natural en estado gaseoso de Bolivia y gas natural licuado proveniente de Nigeria, Trinidad y Tobago y Noruega; y gasoil de Rusia y Estados Unidos”.
Otro rubro importador que recortó fuertemente su demanda de dólares fue el de Bienes Intermedios (-14,3%), cuyas compras al exterior se redujeron USD 1.954 millones en los primeros nueve meses del año.
El INDEC detectó un recorte en la demanda de “automotores para vías férreas de China; ejes no comprendidos en otras partidas para vehículos automóviles de Brasil; cajas de cambio para vehículos de Japón y circuitos impresos con componentes eléctricos o electrónicos montados para aparatos eléctricos de telefonía o telegrafía de China”, entre otros productos.