Después de afirmar que hay certezas de que el teléfono con chip chileno de Santiago Maldonado fue detectado por una antena de Movistar, el ingeniero en electrónica y telecomunicaciones Ariel Garbarz declaró en la 99.9 que es un dato que puede dar un giro importante en la causa, pero también contó como la fiscal que lo convocó a la causa y el juez, le niegan la posibilidad de presentarse como perito de parte.
La aparición de Ariel Garbarz en escena dentro del caso Santiago Maldonado sorprendió a todos porque fue convocado por la fiscalía y luego no le dieron lugar, negandole ser incluso perito de parte tanto la propia fiscal como el juez.
El ingeniero en electrónica y telecomunicaciones, contó en la 99.9 como llegó a participar de la investigación y que es lo que se podría aportar desde su trabajo. “El 2 de agosto el chip chileno fue detectado en territorio argentino por una antena de Movistar. El domingo viajé a Esquel y estuve todo el día haciendo relevamientos en todas las antenas para determinar las celdas que produce cada una de ellas junto con datos técnicos; para informarle a la fiscal y al juez cuál era la antena y la celda”, comentó inicialmente sobre su desempeño.
Este dato es fundamental, para tener un mapa de los que estuvieron en la zona durante esas horas y ahí es donde Garbarz podía hacer una tarea importante: “una vez que tenés ese dato, le pedís a Movistar los celulares que estaban encendidos en esa celda y se puede sacar la identidad de las personas que estaban alrededor del teléfono de Santiago Maldonado. Así reconstruís la escena del 2 de agosto y además, teniendo esos celulares, podés sacar las celdas en las que estuvieron el día antes y el día después, una trayectoria de cada uno. Estas personas pueden ser testigos o responsables de su desaparición”, destacando la importancia de lo que podría incluir en la causa la pericia.
Lo extraño sucedió después de que su tarea fue desarrollada: “me convocó la fiscal Silvina Ávila que hace la instrucción hace 3 semanas. Vino a Buenos Aires, me citó en la Procuración General de la Nación y me reuní con ella y dos fiscales más. Me tomó declaración testimonial para explicar como trabajamos en la UTN hace más de 20 años haciendo pericias para la justicia federal”.
Su proba tarea en causas muy destacadas, llevaron a la representante del ministerio público a pedir que sea perito de oficio, pero todo cambió: “después de esa reunión algo pasó porque cambió de opinión 180 grados y no me llamó, tampoco me atendió cuando la llamé. Simultáneamente hubo dos organismos de derechos que le pidieron al juez que me designe perito de oficio y contestó en el expediente que los organismos sean los que me propongan como perito de parte y así fue”.
A pesar de que los organismos de derechos humanos cumplieron con el pedido, le cerraron la puerta en la cara cuando se presentó: “el lunes fui a aceptar el cargo y me encontré con la desagradable sorpresa de que la fiscal no me dejó aceptar el cargo respondiendo que se proveera oportunamente. Después fui a verlo al juez para llevarle la información y tuve una situación similar. Me dijo que antes de que él acepte que sea perito de parte, tenía que acreditar mis antecedentes, títulos, matrículas y demás; algo que jamás me han pedido en 20 años”. Garbarz indicó que “están actuando contra la ley, no pueden impedir a un querellante que designe su propio perito de parte, excepto que no tenga idoneidad”.
Mientras trata aún de que los peritajes de las celdas telefónicas sean realizados, indicó que el único dato concreto es el que ha aportado ese teléfono con chip chileno: “la hipótesis principal es la desaparición forzada de personas, es la carátula de la causa. No está probado que Santiago Maldonado estuvo ahí, no es lo mismo una testimonial que es una prueba débil, que una pericia que es una prueba fuerte. La única constancia indubitable es que el celular de Maldonado, el 2 de agosto estaba en una zona y es la punta del ovillo para rastrear los otros celulares”, dejó en claro.