El Ministerio de Seguridad informó el decomiso de 70 toneladas de marihuana en 90 días.
La dimensión alcanzada por las redes locales de narcomenudeo puede visualizarse en la cifra de arrestos informada ayer por el Ministerio de Seguridad: en el primer trimestre de este año fueron detenidos más de 7000 sospechosos de pertenecer a organizaciones vinculadas con el transporte y la venta de estupefacientes.
Una posible proyección anual de esas capturas establecerá, a su vez, que puede alcanzarse un récord de procesados por causas de drogas, ya que en todo 2017 se iniciaron causas a 18.475 narcos, mientras que un año antes fueron 13.001 los detenidos en operativos antidrogas. Fueron 5800 procedimientos los que posibilitaron atrapar ahora a los imputados por narcotráfico. Y esa cifra solo contabiliza a los detenidos por las fuerzas de seguridad federales.
Si bien en los últimos años se incrementaron significativamente la cantidad de operativos, detenciones y droga secuestrada, el avance contra esas organizaciones criminales no es considerado un triunfo inminente contra el narcotráfico. “Nunca se derrotó a los narcos ni estos van a capitular. La victoria reside en generarles un ambiente hostil, complicado y costoso para la actividad”, dijo a Télam Martín Verrier, subsecretario de Lucha Contra el Narcotráfico.
El funcionario precisó que “lo que están haciendo las fuerzas de seguridad en todo el país es complicarles la vida a estos tipos y que se vayan debido al riesgo que les representa seguir acá”.
De acuerdo con los últimos estudios de esa subsecretaría antidrogas, en la Argentina se consumen unas 13 toneladas de cocaína y 185 toneladas de marihuana por año, mercado que para los grupos narco constituye una ganancia estimada en 21.000 millones de pesos.
Una de las estrategias adoptadas para frenar el ingreso de drogas en los centros de consumo urbano fue el refuerzo de la investigación sobre las rutas de tráfico, circunstancia que permitió establecer controles viales en momentos determinados por las pesquisas y de esa manera golpear el aparato logístico de las bandas.
Cargamentos
Las cifras oficiales indican que en el primer trimestre de este año fueron decomisadas 70 toneladas de marihuana y dos toneladas de cocaína. En relación con los cargamentos de cannabis también podría proyectarse un posible aumento anual de las incautaciones con relación a los últimos dos años. Es que en 90 días se consiguió secuestrar más de la mitad de las 132 toneladas de marihuana confiscadas durante 2017; en 2016 se registró la incautación de 122 toneladas de marihuana.
El decomiso trimestral de cocaína podría, en caso de continuar con el actual ritmo, superar las cinco toneladas detectadas en 2016, aunque sería difícil superar el récord histórico marcado el año pasado con el decomiso de más de 12 toneladas de esa sustancia.
Según detalló Verrier en diálogo con Télam, las capturas de cargamentos de drogas tienen un valor estratégico para forzar a los grupos narco a tener mayores costos logísticos y disminuir así parte de los embarques que llegan a los centros urbanos.
Los informes de la subsecretaría antidrogas establecieron que la característica de narcotraficantes en la Argentina es que usan la violencia con el fin de garantizar “territorio” para la venta al menudeo, sobre todo en barrios marginales de los grandes centros urbanos, pero que prácticamente no recurren a las armas para preservar las rutas fronterizas.
Verrier consideró, además, que el aumento del consumo de marihuana se da por la “caída en la percepción de riesgo”, situación que deriva de un aumento de la demanda local. Para ese funcionario resulta también riesgoso el crecimiento del tráfico de drogas sintéticas, fundamentalmente desde Alemania y Holanda, con una velocidad de ascenso del consumo local superior a la registrada en mediciones de uso de la cocaína y la marihuana.