La empresa estatal Arsat firmó una carta de intención con la estadounidense Hughes, para crear una compañía que confeccione el Arsat 3. El nuevo satélite será fabricado por la empresa estatal rionegrina Invap, tal como se hizo con los dos satélites anteriores que lanzó Arsat al espacio. Pero en esta ocasión tendrá inversores internacionales privados para su desarrollo y comercialización.
“El objetivo es que Hughes invierta más de US$ 100 millones, de los US$ 230 millones que va a costar el Arsat 3”, dijo a Clarín el presidente de Arsat, Rodrigo de Loredo. Y agregó que mientras más invierta la empresa estadounidense, más participación tendrá en el futuro satélite argentino; aunque el límite para su participación en la nueva empresa, Newco, es del 51% para Hughes.
“Tratamos de vender nuestros satélites a nivel internacional, a operadores privados. Es como una fábrica de aviones, que no le vende solamente al Estado nacional”, afirmó De Loredo.
Sin embargo, el Gobierno y la oposición se trenzaron en una fuerte polémica en torno a los objetivos de Arsat, luego de que se conociera por medios periodísticos la firma de esa carta de intención con Hughes.
El presidente Mauricio Macri destacó que dicho acuerdo es parte de la “inserción inteligente de Argentina en el mundo”. Se trata de “una alianza estratégica”, que permitirá “potenciar la capacidad tecnológica del país y, en particular, de la empresa Invap”, dijo Macri.
En cambio, para el kirchnerismo, dicho acuerdo significa “la privatización de Arsat”, según denunciaron Jorge Taiana y Daniel Scioli, precandidatos a senador y a diputado de Unidad Ciudadana. Ambos dirigentes dijeron que el acuerdo es “un escándalo” y reclamaron que el Congreso impida que se concrete el convenio entre Arsat y Hughes.
En el mismo sentido, los senadores Omar Perotti, Juan Manuel Abal Medina y Daniel Pérsico (Frente para la Victoria) cuestionaron el acuerdo y reclamaron que el Gobierno informe en forma urgente en el Congreso sobre esa cuestión.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, salió al cruce de la oposición y afirmó que es “falso” que el gobierno pretenda privatizar Arsat. Es “otra mentira más” del kirchnerismo”, dijo Peña.
De hecho, la empresa Arsat emitió un comunicado en el que sostuvo que “Arsat seguirá siendo propiedad del Estado nacional. La carta de intención firmada con la empresa Hughes no prevé, bajo ningún motivo ni circunstancia la privatización de Arsat ni de ninguno de sus activos”. Y agregó que “el objetivo final de esta carta de intención es que un tercer satélite construido por la industria nacional reciba inversión directa para su confección”.
Tal como adelantó Clarín, el nuevo satélite brindará servicios de internet satelital y conectividad para sitios de telefonía celular 4G en lugares remotos, de difícil acceso para las conexiones de fibra óptica.