Mocoa ha sido declarada en estado de calamidad para agilizar las operaciones de rescate y de ayuda a las víctimas.
Las víctimas por la avalancha en la ciudad colombiana de Mocoa, la capital del departamento del Putumayo, en el sur del país, ascienden a 234 muertos y a 220 heridos, según el último informe facilitado este domingo por la Cruz Roja Colombiana al Canal Institucional. La ciudad ha sido declarada en estado de calamidad para agilizar las operaciones de rescate y de ayuda a las víctimas, con un número indeterminado de desaparecidos y damnificados. La tragedia sucedió la madrugada del sábado, cuando tres de los ríos que pasan por Mocoa, de unos 45.000 habitantes, se desbordaron a causa de las lluvias que cayeron durante horas.
No se descarta que el número de víctimas aumente ya que “hay mucha gente desaparecida”, según ha manifestado el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien ha visitado la zona del desastre, un lodazal con piedras gigantescas arrastradas por los ríos hasta el centro mismo de esa ciudad.
“Toda la capacidad del Estado está desplegada para apoyar labor humanitaria y de búsqueda y rescate”, ha escrito Santos en su Twitter sobre esta tragedia que hizo desbordar el río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos. “En una noche se recogieron 130 milímetros por centímetro cúbico cuando usualmente, en todo un mes, llueve 400 milímetros. Es decir, el 30% de la lluvia de un mes se produjo anoche”, ha precisado Santos.
La tragedia supera el más reciente desastre natural de Colombia, el de otra avalancha que destruyó el 18 de mayo de 2015 la localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia, que dejó al menos 104 muertos.
“Es una tragedia que lamentamos muchísimo. Y reclamamos un SOS”, ha dicho el alcalde de Mocoa, José Antonio Sánchez, a Caracol Radio. El regidor ha confirmado que hay 17 barrios afectados y más del 50% de la población ha sido damnificada por la catástrofe. En la zona no hay ni luz ni agua. “Estamos totalmente aislados, mi casa está destrozada, el barro está casi hasta el techo”, ha asegurado.
Desde primera hora del sábado, 1.120 efectivos del Ejército y la Policía trabajan en las tareas de salvamento y rescate de heridos y fallecidos. Más de un centenar de soldados del Batallón de Ingenieros Militares expertos en atención de emergencias y desastres ya se han desplegado en la zona. El operativo reforzado con personal de Cruz Roja, la Unidad de Gestión de Riesgos, Bomberos y otros organismos está respaldado por cuatro helicópteros del Ejército y tres de la Policía Nacional, además de cinco aviones de la Fuerza Aérea Colombiana. En el Puesto de Mando Unificado también están los ministros de Salud, Defensa y Ambiente.
La magnitud de la catástrofe se agrava por el aislamiento de esta zona de Colombia, situada en la región amazónica, en la frontera con Ecuador, que carece de suficientes vías de acceso, pues solo se puede llegar a Mocoa por vía aérea o por precarias carreteras que la comunican tras varias horas de viaje con las ciudades de Neiva y Pasto.
Santos ha informado a través de su cuenta de Twitter que a partir del domingo una de las vías terrestres que comunica el municipio con el resto del departamento del Putumayo será habilitada en uno de sus tramos. Los ciudadanos afectados recibirán una ayuda de 250.000 pesos (poco más de 80 dólares) durante tres meses para el alquiler de viviendas mientras se realiza un censo de los edificios dañados.
Los habitantes de Mocoa, acostumbrados a convivir con una naturaleza de selva y ríos caudalosos, fueron sorprendidos por el inusual aguacero que sacó de su cauce los tres que pasan por la ciudad y que, convertidos en una riada de agua y piedras, se llevaron todo lo que encontraron a su paso.