El Estado Islámico reinvindicó el ataque ocurrido este martes (26.07.2016) a la iglesia cercana a la localidad de Rouen, en Normandía, en el que murió un sacerdote y hubo varios heridos.
Un sacerdote de 84 años murió este martes (26.07.2016) durante un asalto y toma de rehenes cuando se celebraba una misa en una iglesia en Normandía, Francia, acto que fue reivindicado por el autoproclamado Estado Islámico. Dos hombres entraron en la iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray, cerca de Rouen, durante o al finalizar la misa de la mañana, y después fueron abatidos por la policía cuando abandonaban el lugar, dijo el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet.
Brandet confirmó la muerte de un rehén y de una persona herida grave “que se debate entre la vida y la muerte”, dijo, señalando que otros tres rehenes están bien. Según el diario Le Figaro, los rehenes eran cinco: el sacerdote, dos monjas y dos feligreses. El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, aseguró desde Cracovia que el fallecido era el sacerdote Jacques Hamel, de 84 años. Lebrun se encuentra en Polonia para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
Estado Islámico reivindica el ataque
La agencia de noticias Amaq, portavoz de la milicia terrorista, aseguró que dos “soldados” llevaron a cabo el ataque en respuesta a los llamamientos del Estado Islámico a atentar contra países que forman parte de la coalición internacional que combate a los yihadistas en Siria e Irak. Poco antes, el presidente francés, François Hollande, había apuntado desde cerca del lugar de los hechos que los atacantes dijeron actuar en nombre del EI y calificó el ataque de “vil atentado terrorista”. La fiscalía ha abierto una investigación por terrorismo. “Nos enfrentamos al Estado Islámico, que nos ha declarado la guerra”, dijo Hollande. “Debemos llevarla a cabo con todos los medios, respetando los derechos que hacen de nosotros una democracia. Lo que los terroristas quieren es dividirnos”.
Brandet no quiso hacer declaraciones sobre qué tipo de armas llevaban los hombres, aunque indicó que un equipo especial está registrando el edificio por si hay bombas. Le Figaro señaló que llevaban armas blancas y punzantes. El primer ministro francés, Manuel Valls, condenó duramente la toma de rehenes. “Horror por el brutal ataque contra una iglesia (…) Toda Francia y todos los católicos están heridos. Permanecemos juntos”, dijo en un mensaje en Twitter. Hollande recibirá al arzobispo de Normandía en la tarde de hoy, tras un encuentro con los líderes religiosos de Francia. El papa Francisco condenó el ataque como un “acto de violencia sin sentido” y dijo compartir “la pena y el horror” por lo ocurrido. “El Papa está informado, comparte el dolor y el horror de esta violencia sin sentido y condena en los más duros términos cualquier forma de odio”, dijo hoy el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Fichado por su extremismo
Uno de los atacantes es un ciudadano francés que estaba bajo vigilancia electrónica, según informó la fiscalía de Francia. El atacante, identificado como Adel Kermiche, de 19 años, se encontraba bajo el régimen de vigilancia electrónica tras haber intentado viajar dos veces a Siria, indicó el fiscal parisino François Molins. El joven también estuvo una vez en Alemania y en Turquía, donde fue detenido y arrestado. Luego fue trasladado a Francia, donde se le inició una causa judicial.
En marzo de este año fue liberado y puesto bajo arresto domiciliario. Pero, según Molins, tenía permiso para salir de la casa durante las mañanas de la semana y las noches de los fines de semana. Kermiche fue identificado por sus huellas digitales, mientras que no se conoce aún la identidad del segundo atacante, dijo Molins.
Francia ha sido escenario de diversos atentados en el último año y medio. En el último ataque terrorista el pasado 14 de julio un hombre de 31 años mató a 84 personas al arrollar a una multitud con un camión en el paseo marítimo de Niza, antes de ser abatido por la policía. El más grave sin embargo tuvo lugar el 13 de noviembre en París, cuando murieron 130 personas. El país está en estado de excepción desde entonces.