Luego de una noche violenta el lunes que dejó 18 víctimas, este martes se registró otro tiroteo en Queens con dos muertos, incluyendo un menor de 15 años.
Este martes, por segundo día consecutivo, la rueda de prensa diaria que ofrece el alcalde Bill de Blasio para actualizar sobre la lucha contra el coronavirus volvió a estar opacada por la ‘nueva pandemia’ que pesa sobre los hombros del mandatario municipal, el aumento de las balaceras en la ciudad de Nueva York, una violencia armada que se ha disparado a los niveles de 1996.
Tan solo en la noche del lunes, en pleno comienzo de la semana, al menos 14 tiroteos dejaron 18 víctimas en toda la ciudad, incluyendo a un menor de 17 años que falleció en Manhattan.
Y la presión sobre el Alcalde para que presente un plan concreto para frenar las balaceras se hizo notar en las preguntas de los reporteros, las cuales estuvieron en su mayoría enfocadas en el tema de los tiroteos y menos en la crisis del COVID-19, y a las cuales De Blasio respondió con una ‘fórmula’ que ya ha usando antes: “la Policía y las comunidades más afectadas deben trabajar en conjunto para vencer la violencia armada”.
“Mucho dolor y mucho temor es lo que este aumento de balaceras está provocando y debemos buscar una manera de vencerlo. Y la forma es trabajando juntos, la Policía y las comunidades con una causa común, porque eso siempre funciona. Y debemos pensar en que somos gente, neoyorquinos con una meta en común que es la seguridad y paz en nuestras comunidades”, dijo De Blasio.
Y tan solo a pocas horas de su comparecencia ante los medios, y luego de la noche violenta el lunes, este martes en la tarde se registró una nueva balacera, esta vez en el vecindario de Far Rocakay, en Queens. El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) informó que dos personas fallecieron por impactos de balas, incluyendo una menor de 15 años.
Sobre los sucesos del lunes en la noche, la Uniformada ya había informado que al menos 18 personas habían sido heridas de balas en cada uno de los cinco condado, incluyendo el caso del adolescente de 17 años que falleció al recibir un disparo en un complejo de vivienda de NYCHA en East Harlem.
Y fue Brooklyn el condado con el mayor número de incidentes, con 10 en total que dejaron 12 víctimas. En el vecindario de Canarsie, por ejemplo, se registraron cinco balaceras y de ellas tres ocurrieron con apenas una diferencia de 15 minutos una de la otra. En ese sector falleció otro joven de 20 años.
“Continuamos teniendo un problema real en la ciudad con tiroteos este verano. Y esto es algo que muy tristemente hemos visto en el pasado y con lo que hemos tenido que luchar antes y lo haremos nuevamente”, dijo el Alcalde.
Los sucesos del lunes ocurrieron luego de otro violento fin de semana en la ciudad, que entre otras víctimas fatales contó con el bebé Davell Gardner Jr., de 1 año, quien falleció tras recibir un tiro en el estómago durante una balacera en Brooklyn el domingo en la noche.
Y aunque el comisionado de Policía Dermot Shea no participó en la rueda de prensa del Alcalde, sí estuvo presente en las preguntas de los reporteros que cuestionaron la decisión tomada a mediados de junio por el máximo jefe del NYPD de desmantelar la Unidad Contra el Crimen, integrada por 600 agentes que vestidos de civil patrullaban las calles de la ciudad, y que entre sus principales labores estaba el enfocarse en la lucha contra las armas de fuego.
“Sintió, y estuve de acuerdo con él, que era importante hacer un cambio en nuestra estrategia, utilizar los talentos de nuestros oficiales de formas nuevas y mejores”, dijo de Blasio, agregando, al defensa al Comisionado: “No conozco a nadie que sepa más sobre cómo hacer eso que Dermot Shea“.
La decisión de eliminar esa unidad se tomó luego de semanas de masivas protestas callejeras contra la brutalidad policial, desatadas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de policías en Minneapolis. Agentes de la Unidad Contra el Crimen habían sido acusados en varias oportunidades de usar tácticas fuertes contra comunidades minoritarias.