Numerosos agentes resultaron heridos. “Acá vemos no un grupo que exige más libertad, sino un grupo que quiere luchar con la policía”, dijo un comandante.
Duros enfrentamientos se registraron este sábado (18.09.2021) en Melbourne, Australia, durante una manifestación de grupos antivacunas y enemigos de las restricciones impuestas para controlar el avance del coronavirus en ese país de Oceanía. La policía informó de al menos 200 detenidos en distintas ciudades. Numerosos agentes, en tanto, resultaron heridos.
“Lo que hemos visto hoy es un grupo que se unió no para exigir más libertades, sino para enfrentarse y luchar con la policía”, declaró a la prensa el comandante de la Policía de Victoria, Mark Galliott. En la capital de ese estado, Melbourne, seis agentes habían sido hospitalizados tras ser lesionados por el lanzamiento de objetos y ser pisados durante los choques frente a unos 700 manifestantes.
Las fuerzas de seguridad utilizaron gas pimienta para intentar controlar la situación en la segunda ciudad más poblada del país, donde está prohibido salir de casa debido a que impera, desde fines de julio, el sexto confinamiento desde el comienzo de la pandemia. Solo este sábado las autoridades locales notificaron de más de 500 casos de coronavirus.
Por culpa de la variante delta
Las fuerzas del orden intentaron impedir que los manifestantes llegaran al centro de la ciudad, bloqueando carreteras y deteniendo el transporte público, para evitar que se repitieran las escenas de violencia que marcaron la protesta precedente en agosto, en el que participaron miles de personas. Manifestaciones similares se produjeron esta jornada en otras ciudades, como Brisbane, Perth y Sídney.
Justamente en esta última ciudad, capital de Nueva Gales del Sur, se registraron 20 detenciones luego de que las autoridades desplegaran un dispositivo especial de la policía en un parque de la ciudad y en otros puntos del estado para contrarrestar las protestas.
Durante la mayor parte de la pandemia, Australia registró una de las tasas de infección más bajas del mundo gracias a una estrategia de estrictos cierres de fronteras, rastreo de contactos e intensas campañas de detección. Pero, el resurgimiento de casos debido a la variante delta a mediados de junio en Sídney provocó un cambio de estrategia y un mayor apoyo de la población a la vacunación contra el coronavirus.