Después de algunas idas y vueltas a pesar de que la ley exige que se realice de esa manera, en Salta una joven que fue violada por su padrastro, podrá tener un aborto.
Hace menos de dos años, la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió que cuando una mujer queda embarazada tras una violación el aborto es legal y los médicos no deben pedir ninguna autorización judicial para hacerlo. En ese entonces, los medios titularon “ Un fallo histórico ” y sin embargo ahora, el caso de la menor salteña violada y golpeada por su padrastro volvió a mostrar lo que sigue sucediendo en la práctica. Primero, un juez le negó la posibilidad de abortar y ordenó que después de tenerlo lo diera en adopción. La familia apeló, intervinieron organismos internacionales y el caso llegó a la prensa europea. Ayer, si es que ahora ningún funcionario o ONG anti abortista lo impide, la Justicia autorizó la práctica. Mientras, la chica de 14 años pasó un mes y medio viendo su panza crecer y ya tiene un embarazo de 9 semanas.
No es que alguien dudara de que hubiera sido violada. Fue su propia madre quien, el 9 de noviembre, llegó a su casa sin avisar y sorprendió a su pareja en plena violación. La mujer lo frenó y el hombre les dio una paliza tan feroz que la chica terminó internada en el Hospital Público Materno Infantil de Salta. Fue ahí que descubrieron que ya estaba embarazada de violaciones anteriores. La chica contó después en Cámara Gesell que su padrastro de 34 años le dijo que si contaba lo que le hacía iba a matar a su madre y a sus tres hermanitos (de entre 10 y 3 años).
Hicieron la denuncia –Salta exige que la víctima presente una denuncia judicial– y pidieron que se le practicara el aborto. Y ahí comenzó la batalla judicial: una asesora de menores presentó un amparo pidiendo que se lo negaran “para defender la vida del feto” y el 17 de diciembre, el juez de Familia Victor Soria no sólo ordenó impedir el aborto sino que pidió que la chica lo gestara y luego lo diera en adopción. “Hay un juez que está obligando a mi hija a tener un hijo que no quiere, es algo horroroso”, dijo su madre a los medios.
La abogada de la madre apeló ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que exija a la Argentina que cumpla con la ley, hubo marchas en las calles de una de las provincias más conservadoras y católicas del país, el caso llegó al diario El país de España –donde desde ahora no se podrá abortar ni en casos de malformación grave del feto–, la Alianza de Abogadas por los Derechos Humanos de las Mujeres en Salta apeló el fallo y hasta intervino el gobierno de Uturbey.
Ayer, finalmente, la Corte Suprema de Salta dejó sin efecto la medida tomada por el Juez Soria porque “se apartó de los mandatos constitucionales”. Y señaló que la madre ya había denunciado la “violencia de género intrafamiliar padecida por su hija”. Además recordó algunos de los fundamentos de aquel “fallo histórico” de la Corte: por ejemplo, que el aborto para víctimas de violación no necesita trámites judiciales precisamente para evitar seguir perdiendo el tiempo, arriesgarse a complicar la práctica y agravar el trauma psicológico de la menor.