ADEFA elaboró un trabajo sobre competitividad. Es dramático. Compara presión tributaria, impacto de las cargas sociales, precios de los 0 km, nivel de salarios. Explica las dificultades para exportar.
Altos costos, ineficiencia, excesiva presión tributaria, burocracia, retraso cambiario, falta de escala y mala infraestructura. Estos son algunos de los problemas con los que debe lidiar la industria argentina, en general, y la automotriz, en particular, que hace que la competitividad del país sea la peor de la región. Fabricar un producto y pensar en exportarlo es casi imposible en estas condiciones, salvo contadas excepciones.
Esa es la conclusión principal que se desprende de un informe elaborado por ADEFA -la asociación que agrupa a las terminales locales- y que en los próximos días le será entregado al presidente Mauricio Macri.
Ante el derrumbe de Brasil, que obligó a las fábricas locales a reducir las exportaciones a ese país a la mitad, en el sector se encendió la luz de alarma por la delicada situación que atraviesan las empresas. Es por eso que la entidad comenzó a reclamar al Gobierno medidas para mejorar la competitividad. Para poder hablar sobre datos concretos, ADEFA encargó a la consultora Bain & Company un estudio comparativo sobre la situación argentina respecto, especialmente, de Brasil y México, que son los dos países de Latinoamérica con fuerte radicación fabril. También se analizan casos como el de España y Tailandia. La comparación se realiza, en algunos casos, sobre un vehículo sedán mediano.
Los resultados son alarmantes.
• En materia de productividad, en la Argentina se producen 18 autos por operarios. En Brasil, la cantidad de unidades fabricadas es de 21,2 por trabajador, mientras que en México, el país más competitivo, llega a 40,2. Esto implica una productividad 17% mayor de Brasil y 120% de México.
• Si se comparan los precios, los 0 km en la Argentina son en promedio 25% más caros que en Brasil y 60% más que en México.
• El salario promedio que se paga en las terminales argentinas es 41% más alto que en Brasil y 85% superior a México.
• Uno de los puntos en los que más se percibe la diferencia es en el costo de producción. Fabricar un vehículo en la Argentina es 25% más caro que en Brasil y 65% más que en México.
• Tomando un modelo con un precio al público de u$s22.000, en la Argentina paga en concepto de impuestos u$s2.600 (Ingresos Brutos, tasas, Crédito y Débito, etc), sin incluir IVA. En Brasil, u$s2.200 (más IVA) y en México sólo tributa IVA. A esto se suma que en la Argentina, el 63% de la presión tributaria afecta al proceso productivo y el 37%, a la comercialización. En Brasil es casi inverso: 39% a la producción y 61% a la comercialización. En México, no se grava a la producción y la comercialización sólo paga IVA.
• Por cada dólar que se paga de salario, en la Argentina el 53% corresponde a cargas sociales. En Brasil, este rubro representa 46% y en México, 27%.