Llegó un potente telescopio al país que permitirá ubicar a la Argentina en el primer plano de la investigación radioastronómica mundial. Se trata de una antena con forma de parábola, de 90 toneladas, que estará ubicada en Abra Alto Chorrillos, a 4.825 metros sobre el nivel del mar, lo que le permitirá estudios únicos en el mundo.
La Argentina dará un paso al frente de la investigación radioastronómica mundial. Acaba de arribar al país un potente telescopio, que dará vida al denominado proyecto LLAMA (Large Latin American Millimetre Array), proveniente de Europa. El dispositivo será emplazado en la cordillera salteña para realizar estudios sobre la evolución del universo, agujeros negros, formación de galaxias y de estrellas, entre otros objetivos, lo que ubicará a la Argentina “en el primer plano de la investigación radioastronómica a nivel mundial”, según destacó uno de los investigadores responsables de la iniciativa.
El telescopio, que llegó al puerto de Zárate, será trasladado al valle salteño Abra Alto Chorrillos, a 4.825 metros sobre el nivel del mar, para su instalación definitiva, según informó el Conicet La Plata.
Se trata de una antena con forma de parábola, de 12 metros de diámetro, que servirá para realizar estudios astronómicos muy específicos, gracias a la altura de su ubicación.
Si bien en el mundo existen telescopios similares, son pocos los que están localizados a alturas semejantes, un factor clave para complejos estudios que sólo pueden realizarse con escasa presencia de oxígeno y vapor de agua en la atmósfera.
“Ya se completaron los trámites de Aduana y, a partir de ahora, la carga quedará guardada durante aproximadamente 60 días, mientras se gestiona el traslado por tierra hasta Salta”, explicó el investigador del Conicet Leandro García, responsable de la gestión del proyecto por parte del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), a la agencia de noticias Télam.
El director del IAR, Marcelo Arnal, comentó que “la llegada de la antena representa el primer paso concreto de un proyecto que va a ubicar a la Argentina y Brasil en el primer plano de la investigación radioastronómica a nivel mundial, y que quedará para las generaciones futuras”.
“Además, implica un alto impacto en la transferencia de tecnología, ya que vamos a poder brindar también el know how, es decir, el conocimiento de ingenieros y técnicos en la implementación del instrumento”, agregó.
En este sentido, el investigador celebró la instalación de tan complejo telescopio teniendo en cuenta que, “hasta ahora, los estudios en altas frecuencias se realizan utilizando antenas de otros países, es decir, se cuenta con muy poco tiempo de observación. Que haya una en territorio argentino significa que se abre un nuevo campo de investigación que era prohibitivo”.
La antena llegó desarmada desde Europa y un equipo de expertos del IAR junto a personal de la empresa alemana Vertex, que la construyó, la ensamblará en Alto Chorrillos. Pesa 90 toneladas y está repartida en 11 contenedores.
“El plato de la antena, por ejemplo, mide 6,5 metros de ancho y no se puede desarmar. Una vez que tenga los paneles montados, la estructura entera tendrá 12 metros de diámetro”, describió García. Se demorará entre cuatro días y dos semanas en llevar todo hasta Salta.
El costo del sofisticado instrumento ronda los u$s 8 millones y fue financiado por la brasileña Fundación para la Ciencia del Estado de San Pablo (Fapesp).
La Argentina apunta a invertir un monto similar en infraestructura de caminos, equipamiento y tecnología para operarlo, parte de lo cual ya se concretó, como la ruta de acceso y la planicie de una hectárea y media en la ladera de un cerro donde se apoyará la antena.
A 18 kilómetros de su ubicación, en San Antonio de Los Cobres, se construirá el laboratorio que será la base de operaciones del proyecto LLAMA.
Surgida en la década del 30, la radioastronomía, una “rama de la astronomía que explora el universo, la radiación que emiten en radioondas los cuerpos celestes y los fenómenos astrofísicos”, se ha ido posicionando, según los expertos, a la vanguardia de la investigación astronómica mundial. En la Argentina la disciplina comenzó a desarrollarse en 1958, con la creación de la Comisión de Astrofísica y Radioastronomía (CAR), y consolidó su presencia con la formación del IAR, en 1966.