Ser un país desarrollado no es exportar más sino tener una mejor distribución de la riqueza, destacó el titular de la cartera de Ciencia ante empresarios.
“Que se suspenda la construcción del Arsat III es como quedarse afuera del Mundial”, aseguró ayer Lino Barañao, ministro de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva, en el salón auditorio de la UIA, durante una jornada organizada por Innubatec, un think tank integrado por académicos de la UBA y representantes de la industria local.
“Dejar de construir el (tercer) satélite por falta de fondos es como decir que no vamos a Rusia 2018 porque hicimos los números y con lo que recaudamos por esponsoreo no nos cierra la cuenta”, ejemplificó el ministro, bajo cuya órbita no quedó el Arsat (había quedado bajo la del ministerio de Comunicaciones, que fue absorbido por el de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra).
Lo cierto es que, según informó este diario en su edición del 18 de julio, el tercer satélite de comunicaciones argentino será finalmente construído pero no (totalmente) bajo la órbita de la estatal Arsat. Una nueva empresa, llamado “Newco”, compuesta en un 49% por Arsat y un 51% por la estadounidense Hughes, se encargará de fabricarlo y operarlo, de acuerdo a una carta de intención que ambas compañías firmaron el 29 de junio, y que pese a que la Ley Nacional de Desarrollo Satelital así lo indica, no pasó por la revisión del Congreso.
“Argentina supo estar a la vanguardia en el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos, y en la construcción de satélites, un club al que pertenecen muy pocos países. Y no deberíamos irnos de estos lugares”, advirtió. “Necesitamos metas suficientemente ambiciosas y utópicas que despierten la mística y las vocaciones científico tecnológicas, para cambiar la matriz productiva y generar trabajo de calidad para todos los argentinos. Este tipo de metas son las que nos impulsan para adelante”.
Entrevistado por la periodista científica Valeria Román, y en referencia a los “empleos del futuro”, Barañao recordó que así como su generación fue “hija del Sputnik y los viajes espaciales”, el lanzamiento del Arsat I y Arsat II “disparó las inscripciones en carreras de Ingeniería” (N de la R: en 2015 el número de inscriptos al CBC de la UBA para Ingeniería superó al de Ciencias Sociales).
Al ser consultado sobre el rol de la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico, Barañao afirmó: “Ser un país desarrollado no es exportar más, sino tener un coeficiente de Gini (que mide la distribución de la riqueza), más favorable”. Además, el ministro destacó que “para que las empresas puedan ser competitivas deben vincularse con el sector académico y con el mundo, y no solo el mercado interno”. En este sentido, Barañao destacó la continuidad de su cartera (de la que sigue al frente desde su creación en 2007) en la vinculación tecnológica con más de 60 herramientas como el Fondo Tecnológico (Fontar), del software (Fonsoft) y sectoriales (Fonarsec), y destacó la reciente firma de un acuerdo con países de la Unión Europea para financiar el programa BAR (biotecnología) para impulsar inversiones público privadas en proyectos de innovación.
El Foro Innubatec fue inaugurado por Miguel Acevedo, presidente de la UIA, con Alberto Barbieri, decano de la UBA, mensaje de la vicepresidenta Gabriela Michetti y la coordinación de Lorenzo Basso, presidente de Ubatec. Durante la jornada también disertó el ex ministro del interior Gustavo Béliz, director del Instituto Intal del BID, el secretario de Transformación Productiva Lucio Castro (ver nota) y hubo paneles sobre Incubación y financiación de EBT (Empresas de Base Tecnológica) y Economía de la Innovación.