Barcelona y Gerona entran en fase de Emergencia por sequía: seis millones de catalanes afectados

Las medidas de ahorro no afectarán por ahora al consumo doméstico, pero sí a la actividad económica.

Cataluña entra en fase de Emergencia por sequía. Con los envases de sus cuencas internas en mínimos históricos debido a una sequía sin precedentes en los registros, el Govern ha decretado hoy la emergencia en el sistema Ter-Llobregat, que abastece a Barcelona, su área metropolitana y también a Gerona y su entorno, 202 municipios afectados en conjunto, con seis millones de habitantes.

Así se ha acordado esta mañana en la reunión de la Comisión Interdepartamental de la Sequía, una medida que, de hecho, no entrará técnicamente en vigor hasta su publicación, mañana, en el Diario Oficial de la Generalitat.

Cataluña llevaba ya varias semanas en fase de «preemergencia», lo que ha permitido adoptar algunas medidas de ahorro no contempladas de inicio, y, a la postre, postergar la fase de Emergencia. No obstante, sin haber llovido en las últimas semanas de manera suficiente, ni previsión de que lo vaya a hacer en breve, el salto de fase ha sido inevitable en el momento en el que el agua embalsada en las cuencas internas ha descendido por debajo de los 100 hectómetros cúbicos, hasta los 99,75.

La elocuente imagen del campanario emergido de la iglesia de Sant Romà, en el pantano de Sau (Barcelona), sobre el 5% de su capacidad, es el símbolo de la etapa crítica en la que se entra. En contraste, y mientras los pantanos del Ebro de Mequinenza, Riba-roja y Flix desguazan ahora mismo 400 metros cúbicos por segundo, el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) pasa del escenario de alerta al de prealerta. La interconexión de cuencas sigue siendo un tabú, tal y como ha dejado claro el consejero de Acción Climatica, David Mascort, que ha insistido en que el autoabastecimiento pasa por más desaladoras, agua regenerada y consumo más eficiente, en ningún caso el trasvase de agua del Ebro a Barcelona, tal y como e cambio sí proponen los colegios de Economía y de Ingenieros de Caminos, Agrónomos e Industriales.

Descartados los trasvases, ha sido el propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el encargado de anunciar la nueva fase de Emergencia, algo que, ha resaltado él mismo, se ha conseguido aplazar 15 meses debido a las medidas ya adoptadas.

La principal consecuencia de la entrada en Emergencia es la limitación de manera genérica del consumo de litros por persona y día, que pasa a ser de 200. Esto no implicará restricciones de entrada en los grifos, en tanto que en la mayoría de municipios ya se está por debajo (163 en el caso de Barcelona capital), sino que se fija como umbral de consumo medio, ya que incluye el consumo doméstico, las actividades económicas, centros sanitarios y usos municipales y las pérdidas en las redes de distribución. Por encima de esta cantidad, los municipios sí están obligados a adoptar medidas concretas, como podría ser la reducción de la presión en los domicilios, lo que ya se está ensayando.

En el escenario de Emergencia se prevé la supresión del riego agrícola en un 80% (se podrá autorizar sólo el riego de supervivencia de cultivos leñosos y arbolado, siempre con agua regenerada o del freático); la reducción del uso del agua para usos ganaderos del 50%; la reducción del 25% de los consumos de agua de los usuarios industriales; o la reducción del consumo de agua en los usos recreativos (25% en usos asimilables a urbanos y supresión total del riego).

Entre las medidas con mayor impacto está la prohibición del rellenado de piscinas, en una medida de la que quedan excluidas las piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat -cerca de 500 en todo el territorio- y las descubiertas con sistema de recirculación del agua. Para poder hacerlo, será necesario ahorrar un volumen de agua equivalente al empleado en el rellenado de la piscina mediante la aplicación de medidas de ahorro, como puede ser el cierre de las duchas. La medida tiene, o tendrá aún de manera más severa si las restricciones se mantienen en verano, un impacto directo en hoteles y cámpings y en la actividad turística.

Por lo que respecta, al «riego de supervivencia» de arbolado y jardines botánicos, podrá realizarse si se lleva a cabo con aguas regeneradas procedentes de depuradora o con aguas freáticas siempre que no reduzca la disponibilidad de agua para el abastecimiento domiciliario. Otro tanto sucederá con el riego de campos deportivos de césped natural para la práctica del deporte federado, que se podrá llevar a cabo si el agua es freática o regenerada y se ahorre un volumen de agua equivalente. Es, como ya se explicó hace unas semanas, una medida que afecta a cualquier práctica deportiva, incluida la profesional, afectando pues a clubes como el FC Barcelona. En la fase inicial de la Emergencia, el riego puede ser compensado con el cierre de duchas, medida que en la fase II ya será obligatoria.

No son las únicas medidas previstas. La Generalitat también baraja abastecer Barcelona con agua de Tarragona mediante su transporte por barcos debido a la proximidad de las dos ciudades, en lugar de llevarla desde Marsella (Francia) u otras poblaciones, para hacer frente a la sequía que sufre la comunidad: «Si estamos en una situación muy crítica después de la primavera, justo antes del verano traeremos barcos. Prioritariamente de Tarragona porque está más cerca».

La fase de Emergencia prevé tres fases: en la fase 1 se limitará el uso de agua a 200 litros por habitante y día, a 180 en la fase 2 y a 160 litros por habitante y día en la 3. Aunque será ahora cuando casi la totalidad de la población catalana entre en Emergencia, ya hay 37 municipios en estado de Emergencia por sequía, que pertenecen a las unidades de explotación de Riudecanyes, Darnius-Boadella y Fluvià-Muga, y Vallirana (Barcelona), que depende del sistema Anoia-Gaià y está en emergencia tras pedirlo el propio Ayuntamiento.