La Coordinadora de CREDE habló en la 99.9 sobre la búsqueda constante de explicaciones acerca de la situación de IOMA y porque no les pagan desde junio del 2023.
IOMA está vaciada y nadie da una respuesta. El gobernador se pasea de acto político en acto político, pero no soluciona la necesidad de una enorme cantidad de personas que tienen que padecer día a día la carencia de servicio.
Entre los afectados, están los Centros de Día como el caso de CREDE que atiende a personas con discapacidad y hace 8 meses que no recibe un peso. La Coordinadora de la entidad Beatriz Domínguez indicó en la 99.9 que “seguimos sin respuestas. Venimos atravesando con IOMA algo que no tiene calificativo para describirlo. La institución y el equipo viajó hace dos semanas a IOMA La Plata y estaba vallado en el interior. Nosotros entramos igual. La bajada es de Homero Giles que dispuso no atender a nadie, a mi tampoco me atendió. Algo característico de lo que pasó durante el viaje, es que se estaba inaugurando Aquasol donde estaba el gobernador y a su vez, a esa misma hora se estaban manifestando los jubilados de IOMA que no tienen cobertura”.
Los políticos no se hacen responsables de lo que pasa y lo reflejan en el destrato de las personas que padecen las consecuencias de sus decisiones: “a nosotros nos deben desde junio del 2023 en un Centro de Día donde los chicos desayunan, almuerzan y meriendan, un servicio de transporte donde los llevamos y traemos desde su casa a la institución. No tenemos dinero para pagar los sueldos y por eso suspendimos muchas actividades. Mientras Kicillof inauguraba Aquasol a los jubilados les cerraban la puerta. Es indignante. Lo que me llama la atención es que hay dinero para las playas Recreo, para la publicidad que vimos en ruta todo el viaje del gobernador, pero no para esto”.
La búsqueda de respuestas de Domínguez no se detuvo ayer y cuando tiene oportunidad, va a tratar de que alguien le brinde al menos una explicación sensata: “esta semana estuve yendo y viniendo. Vino un director regional de La Plata a quien esperé y esperé. Desde adentro me decían que se había retirado. Estuve desde las 10 de la mañana hasta las 14.30 cuando a las 13 todos se estaban yendo. El Sr. se quedó, esperó que todos se fueran y yo lo esperé. Empezó a llover y salió corriendo como una rata cuando podría haber dado la cara. Evidentemente no hay solución y esto es grave”.
Cansada de tanto destrato, sabe que la situación estará pronto mucho peor porque nadie se hace cargo: “discapacidad no está en la agenda de ningún político. Jamás tuvimos un apoyo, hace 30 años que trabajo con discapacidad. Es desgastante e indignante”.