El CEF N°1 reabrió anoche sus puertas y, con ello, se produjo algo mucho más importante que una simple reinauguración. Un ámbito social, histórico y necesario vuelve a Mar del Plata para sumarse al desafío de la contención social y juvenil.
Este sábado se produjo la reapertura, por ahora parcial, del CEF N°1, conocido por los lugareños más añejos como el Piso de Deportes de Mar del Plata. Y si bien por ahora son pocas las instalaciones habilitadas, la sensación de que la obra camina dentro de los plazos previstos y las imágenes modernizadas de un lugar mítico del deporte local no pueden menos que alimentar el entusiasmo de aquellos que sostienen que, sin la presencia de ese espacio, Mar del Plata pierde mucho de su potencial en materia de deporte social.
Es que entre sus paredes encontraron ámbito para las más diversas disciplinas miles y miles de niños y jóvenes marplatenses de las más diferentes clases sociales que, utilizándolas con sus instituciones educativas o tan sólo por la vocación de practicar algún deporte en particular, sabían que en “el Piso” iban a encontrar todo lo que necesitaban. Y además, lo que no es poco, un lugar de encuentro y contención.
Mucho amateurismo apasionado corrió por sus salones. Y muchas amistades para siempre comenzaron en sus canchas. Pero también guarda entre sus recuerdos, tiempos y figuras irrepetibles del deporte nacional que, desde su apertura, pasaron por el lugar y dejaron su huella.
Allí se jugó básquetbol, hockey sobre patines, vóleibol, handball y funcionaron dos canchas de pelota a paleta. En los ‘60, se construyeron canchas de bowling, entre otras. Antes, vestuarios y baños turcos.
Un poco de historia
Hoy denominado Centro de Educación Física N° 1, alguna vez bajo la dirección transitoria del célebre Delfo Cabrera (1974), el histórico Piso de Deportes impactó por la importancia de su infraestructura moderna en los ‘50: dos canchas de básquetbol, dos gimnasios cubiertos, una pileta cubierta, prolongación de la obra iniciada por el gobierno conservador de Manuel Fresco.
En los ‘60, la mayoría de los colegios secundarios de la ciudad disfrutaban con el profesorado de Educación Física en las instalaciones frente al mar, en las cercanías de la playa Bristol.
A fines de la década, se disputó el Campeonato Argentino de Básquetbol ganado por Provincia de Buenos Aires. El escenario principal, tribunas cabeceras y pequeños palcos, exhibían capacidad para cuatro mil personas.
Allí, en los ‘60, Alberto Cabrera, Atilio Fruet (ambos de Bahía Blanca), José Ignacio De Lizaso (Necochea), y Carlos González y Héctor Barreneche (ambos de Gimnasia y Esgrima La Plata) ganaron invictos el certamen para provincia de Buenos Aires.
Destacado también por su diseño e infraestructura, perteneciente al edificio Rambla Casino creado por el arquitecto Alejandro Bustillo (quien también diseñó el Llao Llao de San Carlos de Bariloche) el CEF fue testigo de los entrenamientos que fortalecieron a deportistas locales que se consagraron a nivel mundial, como la patinadora Nora Vega, el boxeador Tito Yanni y los ciclistas Juan y Gabriel Curuchet.
El recordado excampeón del mundo Uby Sacco concretó su última presentación boxística justamente en el CEF Nº 1, en una exhibición ante el correntino y ex campeón argentino José Antonio Merlo, en 1983.
Inaugurado en 1939, siempre fue un espacio de inclusión. Brindó contención a niños y jóvenes que de manera gratuita pudieron acceder a actividades deportivas. En la década del ‘50 se plegó a la propuesta popular de colonias de vacaciones impulsadas por el presidente Juan Domingo Perón.
Y mucho del futuro
Hasta su cierre, recibía entre 5 mil y 6 mil chicos. Pero luego de la puesta en valor, que incluye una batería nueva de vestuarios y baños, la refacción integral de los gimnasios, el hall de entrada, los ascensores y las tradicionales e inmensas escaleras, se duplicará esta cifra: podrá contener a unos 12 mil chicos.
“El Gobernador viene del deporte y por eso me apoyó en esta imponente remodelación, necesaria luego de 60 años de desinversión y falta de mantenimiento. Sabe la importancia que tuvo en mi vida y en la vida de muchos otros deportistas consagrados y jóvenes que fueron contenidos aquí”, precisó Juan Curuchet, quien ha sido el alma Mater de una idea por la que luchó, insistió y finalmente parece haber concretado.
Con esta obra también se jerarquizará el Instituto de Formación Superior N° 84, donde cientos de jóvenes anualmente inician el Profesorado de Educación Física, destinando espacios y aulas acordes que hasta hoy no existían.
Vuelve, entonces, un pedazo de la historia deportiva, cultural y educativa de Mar del Plata y se recupera un ámbito de contención que hoy hace más falta que nunca.
Pero además -lo que no es menor, teniendo en cuenta que los mayores beneficiarios de la apertura serán niños y jóvenes-, se demuestra, al menos por una vez, que las promesas pueden ser cumplidas y que cuando los funcionarios se proponen llevar adelante los compromisos asumidos con la gente, siempre se puede.
Vuelve el Piso de Deportes. Vuelve un sitio emblemático de la ciudad. Bienvenido a casa.