Así lo indicó a través de la 99.9 el Dr. en Ciencias Veterinarias de Formosa: “este año en particular el Chikungunya que está azotando en este momento a Paraguay”.
Más allá de los diversos problemas que tiene el país, hay uno oculto en la opinión pública que fue expuesto a través de la 99.9 por el Dr. en Ciencias Veterinarias, Blas Hoyos desde Formosa: la epidemia del dengue.
“Tenemos un problema grave, crónico y endémico en el continente americano. Tenemos un vector que, por su condición de antropofílica se acostumbró a una co-habitación con el hombre dentro de la casa. Estamos hablando de 4 o 5 metros alrededor de la casa donde se mueve el mosquito que tiene un complejo de enfermedades que transmite”, indicó sobre el mosquito transmisor.
En estos momentos la principal amenaza llega desde Paraguay donde ha comenzado a desarrollarse una gran cantidad de casos que tarde o temprano tendrá su efecto en el país: “si bien no es un mosquito originario del continente, se adaptó muy bien y colonizó a lo largo de 500 años cuando llegó con los primeros barcos desde África. Todos los años tenemos que prever esta situación y este año en particular el Chikungunya que está azotando en este momento a Paraguay. Hay 8.800 casos en este momento y sólo unos 80 o 90 casos de dengue clásico”.
Argentina tiene una frontera debilitada y por eso, el Dr. Hoyos destaca que se debe tomar conciencia del problema latente: “nosotros, en Formosa, somos la barrera de contención fronteriza con Paraguay estamos teniendo unos 12 casos de Chikunguña con antecedentes de viaje a Paraguay. Todavía nos da margen porque no sería circulación local. Ha habido casos en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba”.
Lo que indica que se podría hacer es reforzar la zona de frontera desde el punto de vista sanitario para evitar que las enfermedades se puedan propagar: “tendríamos que hacernos fuertes en la frontera sanitaria, zonas bajas de transición y frontera. Estamos limitando con países que tienen un sistema sanitario deficitario como Bolivia y Paraguay. Hay un intercambio social y cultural permanente, las fronteras son un colador y no hay déficit en el control sanitario en nuestro país también. Los recursos humanos, económicos y la artillería sanitaria no deberían concentrarse en Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, sino que tendría que estar en la zona fronteriza”.
Sabe Hoyos que hay inconvenientes que dificultan que hoy se haga un control más estricto por ejemplo de las personas que cruzan desde Paraguay a territorio argentino: “hay una serie de intereses y factores electorales. En Formosa hay 40 mil pensiones otorgadas a paraguayos que viven en su país y sólo pisan suelo argentino cada vez que tienen que votar”, destacó.