El grupo procedente de la ciudad de Guanajuato provoca enorme gratitud en comunidades locales.
En momentos de crisis es cuando se puede saber bien quiénes son los verdaderos amigos. Por ello, el arribo al estado de Oregon de un grupo de bomberos mexicanos para ayudar en las horas más críticas por los incendios ha causado agradecimiento y admiración popular.
El grupo aterrizó el jueves sin ninguna necesidad ni mucho menos obligación de meterse en los infiernos que devastan a Oregon, pero sí con ganas de colaborar en una gran muestra de solidaridad y amistad.
La periodista Ambar Rodríguez publicó una foto de los seis bomberos mexicanos procedentes de Guanajuato al llegar a Oregon. La imagen en Twitter recibió en menos de dos días casi 4,000 comentarios de agradecimiento y arriba de 150,000 “likes”.
Resulta que la ciudad de Ashland, al sur de Oregon, muy cerca del límite con California, es considerada una ciudad “hermana” de Guanajuato, una bella ciudad colonial con el sello de patrimonio mundial de la humanidad.
“Hemos estado en contacto con nuestros hermanos de Ashland para decirles que no solo están en nuestro pensamiento y en nuestras oraciones, sino que estamos listos para entrar en acción si así se requiere”, había dicho el alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro Saldaña, según el reporte de diario AM de Guanajuato.
La relación de 51 años entre ambas ciudades es cultural y social, e incluye un programa de intercambio universitario. Pero ahora el área de Ashland, en la que radican muchos inmigrantes, necesita de ayuda urgente.
La situación en Oregon es crítica por los incendios, que en un hecho casi sin precedentes han explotado en gran tamaño y cantidad, causando medio millón de personas bajo órdenes o advertencias de evacuación y también un número significativo de muertes, aunque la cifra de decesos aún se desconoce. El viernes, la gobernadora Kate Brown dijo que se prevé “muerte masiva”.
No son muchos, pero estos seis bomberos guanajuatenses -cuyos nombres no han sido obtenidos- están regalando un enorme ejemplo de amistad y unión en tiempos en los que la retórica presidencial se ha basado en dividir a la sociedad y en atacar a los inmigrantes, sobre todo a los mexicanos.