La protesta ocurrió durante el Angelus dominical en la Plaza San Pedro y estuvo encabezada por un grupo de bonistas italianos que no ingresaron al canje de deuda. Este pequeño grupo de personas fue damnificado por el default de 2001.
“Papa Francisco piensa a los ahorros italianos susbstraidos de la Argentina”, decía la pancarta que desplegaron Gianfranco Lucifora y Orlando Masiero, dos bonistas italianos que siguen reclamando sus ahorros perdidos. Ambos rechazaron las “míseras” ofertas de canje para la deuda en default de 2005 y 2010, e insisten con que la Argentina, “que dispone de inmensas riquezas”, debe devolverles el dinero “estafado”.
La policía italiana intervino para que el grupito saliera de la Plaza de San Pedro, donde está prohibido hacer manifestaciones políticas. De hecho, el Papa aún no se había asomado a la ventana del tercer piso del Palacio Apostólico.
“En realidad el Papa no tiene nada que ver con nuestro reclamo, pero así como la Presidenta Cristina Kirchner cuando fue recibida por él, le hizo un pedido político por Malvinas, nosotros también aprovechamos este momento para pedir que nos devuelvan el dinero”, dijo Lucifora, que perdió 100.000 euros en títulos argentinos.
Incluso, Lucifora discutió con varios peregrinos argentinos que se acercaron para decirle al pequeño grupo que en verdad los culpables habían sido los bancos italianos.
“El problema es con la clase dirigente Argentina, no con el Papa, ni con los argentinos. Mi familia perdió 850.000 euros, mis padres ya murieron y no pudieron volver a ver sus ahorros, pero yo voy a luchar hasta el final para recuperarlos. La Argentina no puede seguir sin pagar su deuda: si sigue así, se hunde”, vaticinó Masiero