Surge de un documento que lleva su firma. Pero no aparecen en su declaración ante la Oficina Anticorrupción.
Amado Boudou es dueño de cinco empresas que nunca declaró en la Oficina Anticorrupción (OA) y que tampoco reconoció como propias ante la Justicia que lo investiga por enriquecimiento ilícito. Se trata de Rock Argentina, WSM, Beaver Cheek, Embarcaciones Argentinas y Action Media. Las firmas son investigadas en la causa Ciccone, en la que están imputados el Vicepresidente y también su socio José María Núñez Carmona.
La revelación sobre el verdadero patrimonio del Vicepresidente surge de un documento público que lleva la firma del propio Boudou.
Clarín accedió en forma exclusiva a un acta de Asamblea Extraordinaria de Aspen S.A, una de las sociedades que el Vice sí reconoce como propia, en la que consta que las otras cinco firmas son parte de un mismo grupo empresario, por lo que el beneficio económico de cada una de ellas siempre termina generando un “beneficio” para todas las demás.
El acta complica la situación judicial de Boudou, ya que jamás admitió oficialmente que las ganancias que obtienen Rock Argentina, WSM, Beaver Cheek, Embarcaciones Argentinas y Action Media terminaban aumentando su fortuna.
En sus presentaciones ante la oficina anticorrupción, Boudou reconoció ser dueño sólo de Aspen y de Habitat Natural, compañías del rubro inmobiliario que comparte con Nuñez Carmona. Este empresario está en el centro de las investigación de la causa Ciccone y la de enriquecimiento ilícito contra el Vice, ambas encabezadas por el juez Ariel Lijo y el fiscal Jorge Di Lello. Núñez Carmona se crió en una familia de clase media de Mar del Plata pero en los últimos años se transformó en un hombre rico: ese crecimiento económico se dio a medida que Boudou ascendió en el esquema de poder K.
Carmona y Boudou son inseparables desde que ambos tenían siete años. Comparten hasta el mismo abogado: Diego Pirota.
El Vice siempre aseguró ante las autoridades que los negocios con su socio sólo se limitan a los que hacen a través de Aspen y Habitat, dos firmas que no parecían reportarles grandes ganancias, siempre si se toman como válidos los datos que Boudou declaró ante la OA.
El acta a la que accedió Clarín, en cambio, revela que la economía del Vicepresidente y su mejor amigo es parte de una especie de “holding” interconectado. Ocurre que la asamblea del 13 de enero de 2012 de Aspen tenía en el orden del día la decisión de otorgar “fianzas” en favor del banco Macro “para garantizar las líneas crediticias” que estaban gestionando ante esa entidad las empresas WSM, Beaver Cheek, Embarcaciones Argentina, Rock Argentina y Action Media.
Para justificar la importancia de salir como garantes de otras cinco compañías, Boudou y Núñez Carmona dieron argumentos como éste: “Particularmente, se ha considerado por el Directorio la relación comercial existente entre las empresas y la sociedad, siendo que el beneficio de cada una de las empresas redunda en un beneficio para la sociedad”.
El documento que revela el verdadero patrimonio de Boudou forma parte del expediente Ciccone; se encuentra en los libros oficiales que Aspen presentó en la Inspección General de Justicia (IGJ).
Algunas de estas cinco empresas suelen hacer buenos negocios con fondos públicos. WSM, dedicada a organizar eventos y comercializar publicidad callejera, recibió por ejemplo 12 millones de pesos de pauta oficial. En la misma línea está Rock Argentina, organizadora de un conocido festival musical en Mar del Plata subisidado por el Estado.
Aunque el periodismo y la Justicia dieron indicios de que esas empresas eran en realidad de Boudou, él lo negaba. Un documento oficial que ilustra esta nota prueba lo contrario. Está firmado, de puño y letra, por el Vicepresidente de la República.