La propuesta lleva en trámite desde el año 1993, pero han bastado 24 horas para que gane su batalla más importante.
La propuesta de rebajar la edad de responsabilidad penal en Brasil lleva en trámite desde el año 1993, pero han bastado 24 horas para que gane su batalla más importante. La Cámara de Diputados aprobó en primera instancia la madrugada del miércoles una polémica Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) que reduce de los 18 a los 16 años la mayoría de edad para autores de crímenes graves, como homicidio y violación.
El asunto, uno de los debates más encendidos de Brasil, es también una de las banderas del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Desde que asumió el mando, el pasado febrero, prometió priorizar la rebaja. La noche del martes la cámara rechazó el texto que defendía Cunha por solo cinco votos. Pero apenas un día después el presidente dio munición a quienes le llaman Frank Underwood brasileño, en referencia al protagonista de la serie estadounidense House of Cards, que usa tretas y conspiraciones para crecer en el poder. Con una enrevesada maniobra política (“golpe”, según los parlamentarios en contra), consiguió retomar la votación sobre el asunto la noche del miércoles, y aprobarla por 323 frente a 155 votos (15 más de los necesarios).
La norma aprobada es algo más suave que la del día anterior: la reducción de la edad penal a los 16 años afecta solo a crímenes con crueldad como asesinato, robo seguido de muerte o violación, y deja fuera delitos como tráfico de drogas, tortura, terrorismo y robo con violencia. Además, los jóvenes condenados irán a cárceles diferentes de las de los adultos. El texto todavía debe ser analizado otra vez por los diputados y votado dos veces en el Senado.
Derrota de Rousseff
La Constitución brasileña estipula que los menores de 18 no van a prisión, sino a centros especializados dependientes del sistema educativo, fuera de la justicia común. Por lo tanto, salen sin antecedentes penales. Pero el 87% de los brasileños está a favor de la reducción de la edad de responsabilidad penal, según una encuesta de este año del Instituto Datafolha, y los políticos conservadores aseguran que la rebaja ayudará a combatir el crimen.
La aprobación de la PEC constituye una derrota para el partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff, que se había posicionado públicamente en contra junto a movimientos sociales. Aunque el partido de Cunha es aliado teórico del Gobierno, se opone a varias medidas de Rousseff y, para sacar adelante esta propuesta, se alió con la oposición del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del expresidente Fernando Henrique Cardoso.
Los diputados que se oponen a la reducción acusan a Cunha de haber operado de forma ilegal e inconstitucional. “Si no le place al presidente de la Cámara, lo coloca en votación hasta que su voluntad prevalezca. Que no se crea que con esta actitud dictatorial va a intimidar a los parlamentarios”, afirmó Glauber Braga, del Partido Socialista Brasileño (PSB). Un grupo de diputados apelará al Tribunal Supremo Federal.