Lo revela el resultado de la prueba Aprender, que se tomó a fin de 2016 a alumnos de 6° grado y 5° o 6° año. Catamarca, Chaco, Formosa y Santiago del Estero, los casos más preocupantes.
Los resultados de las pruebas Aprender, tomadas en octubre a todos los alumnos de 6° grado y 5° o 6° año del país, siguen entregando evidencias acera de un país partido, desigual. Una de ellas son los datos sobre el desempeño de los estudiantes en las distintas provincias. La información fue analizada el miércoles y jueves por todos los ministros de Educación del país, en la reunión del Consejo Federal que se hizo en Salta. Clarín accedió a los informes que recibieron los funcionarios y que muestran que los alumnos del norte del país aprenden menos que los demás, especialmente los chicos de Chaco, Catamarca, Santiago del Estero y Formosa. Los casos más preocupantes son Chaco, Formosa y Catamarca en donde casi el 90% de los estudiantes termina la secundaria sin los conocimientos mínimos de matemática: apenas si pueden reconocer algunos conceptos y resolver problemas sencillos. Si bien el resultado general de las pruebas Aprender, en toda la Argentina, muestra desempeños por debajo de lo esperado, distritos como Capital, Córdoba, Neuquén, Santa Fe, Río Negro, La Pampa y Mendoza están entre los que mejores resultados obtuvieron.
La provincia de Buenos Aires, en tanto, exhibe un comportamiento casi igual al promedio del país. “Tenemos al 40% de los alumnos y mucha diversidad de escuelas: en el Conurbano, rurales, en el interior; todo esto reproduce en Provincia lo que pasa en el resto del país”, explica a Clarín Alejandro Finocchiaro, ministro de educación provincial. Las diferencias de aprendizajes entre provincias argentinas son históricas: las anteriores evaluaciones hechas en el país (pruebas ONE), así como las evaluaciones internacionales, ya venían mostrando la misma brecha, que todavía no pudo cerrarse. “De acuerdo a estos resultados, vemos que el desafío más fuerte que tenemos es el de la inequidad, mucho más que el modelo de gestión. Estas pruebas siguen mostrando que los chicos pobres tienen resultados pobres. Hay que revertirlo para que todos tengan el mismo nivel: con escuelas con más horas de clase, con un Estado más presente, con más escuelas en donde los chicos no solo estén adentro sino que tengan la suficiente cantidad de horas de clases y con calidad de docentes para acompañarlos”, agrega Soledad Acuña, ministra de Educación porteña. Si bien Santiago del Estero está entre las provincias que peores resultados tuvo, su ministra de Educación Mariela Nasif le dijo a Clarín que está “conforme” con la evolución de ese distrito, aunque admitió que todavía “hay que mejorar mucho”. “Hemos tenido una mejora entre 2013 y 2016, sobre todo en la franja de sexto grado, que son las primeras promociones de alumnos que han circulado por el nivel inicial”, dijo.
Precisamente, el capítulo sobre el nivel inicial es uno de los más destacados por los especialistas. Aprender mostró que los chicos que hacen más años de jardín de infantes (independientemente del nivel socioeconómico) obtienen mejores resultados. A diferencia de Mendoza y Misiones, donde el rendimiento de los alumnos en las escuelas públicas y privadas son similares, en Buenos Aires hay una pronunicada brecha. “En matemática de secundaria, las escuelas privadas superaron en 5 veces a las estatales: el 2,2% de los alumnos estatales obtuvieron el nivel más alto contra 10% de las escuelas privadas”, evaluó Finocchiaro. “Pero el 10% también es bajo. Tenemos que cambiar la formación docente”, agregó. Mendoza fue una de las provincias que tuvo un desempeño por arriba de la media. El ministro de Educación Jaime Correas lo atribuye, en buena parte, al esfuerzo que dice haber hecho esa provincia a favor del presentismo tanto de los docentes como de los alumnos, sobre todo con la implementación del “ítem aula”, un extra del salario que cobran los maestros que no faltan más de tres veces al mes y diez al año, y que tuvo mucha resistencia de los gremios. “Los resultados fueron buenos con respecto a la media nacional pero siguen mostrando preocupantes dificultades. La principal en Matemática, y luego en Lengua”, dijo Correas a Clarín.
La Pampa es otra de las provincias que se depegó algo de la media. La ministra de Educación Cristina Garello puso el foco en los datos escuela por escuela y dijo: “no quiero estigmatización, porque sé que cada una tiene una problemática distinta, que tiene que ver con contexto, lugar, población y cambios de equipos docentes”.
En Santa Fe los resultados de las pruebas Aprender resultaron ”satisfactorios” para las autoridades. La ministra Claudia Balagué lo atribuyó a los programas de formación docente que se realizan en la provincia más un “intensivo trabajo entre los ministerios de Educación, Desarrollo Social, Salud, Cultura y Seguridad que realiza un abordaje integral en las grandes ciudades y permite achicar la brecha de igualdad”, dijo a Clarín.
El ministro de Educación de Misiones, Mauricio Maidana, se mostró conforme con los resultados y dijo que los flojos resultados en secundaria “puede deberse a una cuestión metodológica, porque hay una cuestión constante que se repite en todo el país”. La ministra porteña Soledad Acuña hace hincapié en rescatar la experiencia de aquellas escuelas que, en contextos vulnerables, obtuvieron buenos resultados. “Hay que observar las prácticas de esas escuelas. En anteriores evaluaciones se vio que todas ellas tienen continuidad de los equipos directivos, de los equipos docentes y trabajo personalizado con los alumnos. Para esto nos tienen que servir las evaluaciones”.