Después de sufrir su tercer robo en el mismo mes, el vecino del Barrio Belisario Roldán decidió hablar en la 99.9 de la dura situación que están viviendo: “la policía nos dice que conocen quienes son, pero no pueden hacer nada”.
Mientras todas las miradas están puestas en la situación del COVID-19, en Mar del Plata los delincuentes hacen y deshacen con la anuencia de la policía que se dice a sí misma “atada de pies y manos”.
En el Barrio Belisario Roldán, Brian cansado de que le roben en su casa rompió el silencio a través de la 99.9: “parece que se les hizo costumbre a los delincuentes andar por el barrio. Se meten por los frentes de las casa, no les importa nada. Aprovechan la oportunidad y se te meten como ratas”.
En medio de la pandemia, todo esto se agudizó: “este último mes fue terrible. Tuvimos dos malas experiencias cuando vinimos a vivir acá hace un año y este último mes nos entraron tres veces. Por suerte no se nos metieron adentro ahora, pero el año pasado sí”, detalló.
No sólo entran a robar, sino que después amenazan para que no los denuncien con total libertad: “cuando me robaron no pude hacer la denuncia porque recibí amenazas, están todos acá cerca, limitamos con un sector del barrio que es bastante jodido. Hasta la policía misma nos dice quienes son”. En las últimas horas sufrieron el último robo y la respuesta policial fue patética: “hoy cuando llamamos a la policía, nos dijeron que ya saben quienes son y no pueden hacer nada”.
El efecto del robo no es sólo material, sino que hay una afectación psicológica sobre la que nunca se hace hincapié: “tipo 3 de la mañana me empezó a sonar la alarma de la camioneta y cuando salí, ya habían roto el vidrio y salieron corriendo. La semana pasada me sacaron la bicicleta de los chicos, estuvimos sin poder dormir porque escuchábamos cualquier ruido y salíamos a ver que pasaba”.