El diputado provincial advirtió sobre la iniciativa del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de Buenos Aires, que busca establecer un control sobre el uso de la tierra, y calificó la propuesta como “un mamarracho legislativo”.

El diputado provincial Luciano Bugallo se pronunció en la 99.9 contra el proyecto impulsado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la provincia de Buenos Aires, que pretende crear un marco de control sobre el uso de los suelos y la producción agropecuaria.
Según explicó, la iniciativa plantea que el cuidado del suelo sea declarado de interés público, lo que en la práctica implicaría que “el Estado pueda decidir qué, cómo, cuándo y dónde sembrar”. Además, obligaría a los productores a presentar planes de manejo cada cuatro años, firmados y aprobados por ingenieros agrónomos matriculados.
“Esto convierte a los ingenieros en burócratas y a los productores en una especie de súbditos del poder público. No hay nadie que cuide mejor la tierra que los propios dueños, que heredaron los campos de sus padres y quieren dejarlos a sus hijos. Acá hay intervención sobre la propiedad privada y pérdida de autonomía”, advirtió.
Bugallo señaló que el incumplimiento de estas disposiciones traería sanciones, multas y pérdida de beneficios impositivos, en el marco de un esquema que calificó de coercitivo. “Bajo la excusa de cuidar el ambiente, se avanza en mayor burocracia, gasto público y creación de una caja política”, afirmó.
El legislador agregó que el proyecto destina un porcentaje del presupuesto provincial a este sistema de control, lo que, a su entender, constituye un nuevo foco de gasto innecesario. “Si de verdad queremos cuidar los suelos, lo primero es reducir la presión impositiva que hoy llega al 70% y darle rentabilidad al productor. Con más margen, el campo invierte en fertilización y conservación. Pero con este nivel de impuestos, muchas veces se termina haciendo minería a cielo abierto en lugar de agricultura”, sostuvo.
Asimismo, cuestionó la figura de los colegios profesionales provinciales, a los que consideró innecesarios: “Tienen que inventar estas cacerías de bobos para justificar su existencia. Se esconde detrás de buenas intenciones, pero en los hechos es un proyecto más que chavista, que podría ser usado como herramienta de control político”.
Bugallo reveló que incluso muchos ingenieros agrónomos se expresaron en contra. “Subí un tuit que tuvo más de 150 mil vistas y la mayoría de los comentarios eran de agrónomos que repudiaban la propuesta. Ni siquiera representa a sus propios matriculados”, expresó.
Finalmente, advirtió a sus pares en la Legislatura: “La idea es alertar para que ningún legislador lo firme ni lo presente. Si queda como un anteproyecto, será una anécdota. Pero si toma estado parlamentario y avanza, será un desastre”.