Un relevamiento liderado por científicos argentinos abre el camino para el posible desarrollo de terapias para los acúfenos o ruidos fantasmas.
Si bien existen estrategias para aliviarlos, hasta la fecha no hay aprobado ningún fármaco para tratarlo. Ahora, en la revista “Pharmacometrics & Systems Pharmacology” se describe la identificación de neurotransmisores y enzimas que estarían involucrados en la percepción de estos sonidos que atormentan a los pacientes.
“El hallazgo podría guiar la elección de terapias farmacoterapéuticas aún no exploradas”, señaló a la Agencia CyTA la autora principal del estudio, la doctora Ana Belén Elgoyhen, directora del Laboratorio de Fisiología y Genética de la Audición en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI) y vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Investigaciones en Neurociencias.
Se estima que el 20 % de la población mundial padece esta condición y una de cada 100 personas la sufre en un grado severo. Éste último grupo suele experimentar trastornos de ansiedad, depresión, disfunciones cognitivas e insomnio.
Varios pacientes asocian el comienzo del problema a un trauma sonoro por el uso reiterado de Mp3 y otros reproductores de música a todo volumen; a la concurrencia a una discoteca; o a un trabajo en el que no se usan protectores. En otros casos, el origen de ese “sonido fantasma” es desconocido.
El estudio
Elgoyhen y sus colegas aplicaron una metodología moderna de farmacología de redes informáticas para integrar datos a gran escala depositados en bases de datos públicas. “Integramos información de todas los fármacos reportados que producen acúfenos como efecto adverso y de sus blancos farmacológicos descriptos, llegando a un total de 1.313 pares de drogas y blancos biológicos”, puntualizó la investigadora del CONICET y también profesora adjunta del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UBA.
En la actualidad existen algunos tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes como las terapias sonoras, counselling y algunos fármacos. “Nuestro objetivo es seguir con esta línea de investigación para poder, en algún momento, allanar el camino hacia el diseño de una terapia efectiva”, indicó Elgoyhen, quien en 2012 fue distinguida como Investigadora de la Nación Argentina.
En el estudio también participaron investigadores de la Universidad de Regensburg, en Alemania; de la Universidad de Dallas, en Estados Unidos; y de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda.