El hecho de que dos asteroides pasaran cerca de la Tierra en un mismo día, y que uno de ellos colisionara en fragmentos sobre la superficie terrestre, mantiene en alerta a los expertos que intentan mejorar los sistemas de vigilancia espacial.
Adriano Campo, profesor de Física en la Universidad de Alicante, opina que lo del pasado fin de semana fue casualidad. Según su apreciación, el asteroide de 17 metros de diámetro entró por sorpresa en la atmósfera terrestre el mismo día en que otro, de 50 metros, pasaba muy cerca de la Tierra.
Un asteroide como el que cayó sobre Rusia puede chocar con la Tierra una vez cada cien años, y hasta el momento no hay forma de precisar cuándo llegará el siguiente.
Según Agustín Sánchez-Lavega, astrónomo de la Universidad del País Vasco y especialista en el Sistema Solar, esta casualidad “ha encendido las alarmas de posibles impactos dañinos y la necesidad de esforzarnos en buscar este tipo de objetos y mejorar los métodos posibles de neutralizarlos; algo que aún tenemos sin resolver”. Incluso, a través del Comité de Uso Pacífico del Espacio, la ONU instó a incrementar la coordinación internacional entre organismos y países activos en este ámbito.
Los expertos indican que el estallido en los Urales rusos se produjo tras el impacto de un objeto de 10.000 toneladas, que fue captado por la red de detección de ultrasonidos. Además, los sismógrafos registraron el fenómeno y el estallido en el aire fue visto por un satélite meteorológico. Por su parte, científicos de la Universidad Federal de los Urales determinaron, luego de una serie de estudios de los fragmentos encontrados, que se trata de contritas comunes de entre 0, 5 y 1 centímetros de tamaño. También están analizando la información captada del 2012 DA14, que pasó el viernes pasado a solo 27.700 kilómetros de distancia de nuestro planeta, por debajo de la órbita habitual de los satélites de comunicaciones.
Jaime Nomen, astrónomo del Observatorio de Mallorca, descubrió el asteroide 2012 DA14 hace un año. El experto explicó que “parece tratarse de un cuerpo alargado con una rotación de unas siete horas. En cuanto a su composición, podría tratarse también de una condrita ordinaria. El asteroide no se ha roto al pasar junto a la Tierra, pero sí cambió su órbita, por lo que a partir de 2040, podría acercarse mucho otra vez y suponer un peligro”.
Luego de la colisión en Rusia, se determinó que hay que controlar mejor los espacios vacíos. Por ejemplo, el 2012 DA14 fue visto, se calculó su órbita y se determinó que no había riesgo de colisión. Pero el otro no sólo era más pequeño, sino que era más difícil de detectar, tanto por su tamaño como por el hecho de que llegó por la cara solar, impidiendo que los telescopios lo detecten. “Habría que desarrollar otros sistemas de vigilancia desde el espacio”, aseguran los expertos.
Desde la NASA advierten que los objetos del rango del que entró sobre los Urales son muy numerosos en el cielo y muy difíciles de identificar. Por eso, además de mejorar los sistemas de observación y vigilancia, creen necesaria una estrategia de protección planetaria frente a estos potenciales desastres. Hablan de sistemas de alerta, como protocolos adecuados para evacuar territorios en peligro y proteger a la población. Además, podrían desarrollarse dispositivos capaces de salir al espacio y desviar cualquier roca amenazante.