El barrio quedó libre de manteros hace seis días; ayer, confiscaron mercadería.
El plan para dar batalla a la venta ilegal en la ciudad sigue su curso. La Fiscalía General porteña realizó ayer cuatro allanamientos simultáneos en lugares que funcionaban como depósitos clandestinos de mercadería que luego sería comercializada en puestos callejeros del barrio de Caballito.
El operativo, en el que participaron además la Policía Metropolitana y la Agencia Gubernamental de Control (AGC), se desarrolló en tres habitaciones de un hotel familiar situado en la calle Ambrosetti al 200 y en un edificio en Rojas al 100. Se secuestraron cerca de 100 bultos que contenían, en su mayoría, indumentaria femenina y juguetes. No hubo personas detenidas, según se informó a LA NACIÓN.
Luis Cevasco, responsable de la Fiscalía General de la ciudad, alertó: “El uso de hoteles y casas tomadas como depósitos clandestinos de este tipo de material inflamable pone en grave riesgo a los habitantes del lugar y a los vecinos, porque no hay ninguna prevención contra incendios”.
Las autoridades procedieron a la clausura del hotel e inspectores de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y su par porteña, la Agencia Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), iniciaron las correspondientes investigaciones por evasión.
El último viernes, el centro comercial de Caballito había amanecido rodeado de 500 agentes de las policías Metropolitana y Federal que fueron desplegados como parte de un megaoperativo para evitar que los manteros ocuparan las veredas de los alrededores de Acoyte y Rivadavia.
Cada dos metros, un uniformado cuidaba que los vendedores no se instalaran en el espacio público. Los controles, aunque con menos cantidad de efectivos, continuaron durante todo el fin de semana y hasta ayer inclusive, según confirmaron a LA NACIÓN vecinos de la zona.
La causa es impulsada por la fiscal Celsa Ramírez, titular de la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 35, y los allanamientos fueron dispuestos por el juez Ricardo Baldomar, del Juzgado Penal N° 18.
Desde que comenzaron los controles contra la venta ilegal en Caballito, se realizaron 41 allanamientos exitosos. Ramírez señaló que “esta actividad, además de apropiarse del espacio público, trae aparejadas la explotación y la trata de personas, obligándolas a vivir en situaciones deplorables”.