Los casi 123.000 estudiantes que no superan el año académico suponen el 8% del gasto educativo en la enseñanza obligatoria, más de 2.802 millones de euros en conjunto.
De cada tres pupitres ubicados en las aulas de Extremadura y Murcia, al menos uno está ocupado por un alumno repetidor. Más del 40% de los asientos en ambas autonomías, a razón de 20.000 euros al año con cargo directo a las arcas del Estado. España es el país con mayor número de estudiantes (un 25%) que repiten cursos de Secundaria, de los 34 países que integran la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Frente al promedio de un 14% de repetidores de la OCDE en la última edición del Informe PISA, España cosechaba un 32,9%, 122.893 estudiantes de la enseñanza obligatoria, solo superado por tres países: Portugal, Luxemburgo y Bélgica. Completan este “drama” nacional hechos como que uno de cada diez alumnos de 15 años repite ya por segunda vez. En total, el 8% del gasto que se consigna en nuestro país para Educación Primaria y Secundaria, más de 2.800 millones de euros, va directamente destinado a costear a los estudiantes que no superan el curso, siendo el cuarto país que más gasta en ellos, a rebufo de Bélgica, Países Bajos y Francia.
Son datos que difunde este martes la Universidad Internacional de La Rioja después de elaborar un minucioso estudio “limpiando” cifras del Informe PISA 2012. En el capítulo referente al gasto, analistas de la talla del profesor de Economía en el University College de London y la Universidad de California Antonio Cabrales llegan a conclusiones como que el alumnado de España obtiene menores notas en las pruebas de PISA de las que se esperaría por su PIB per cápita, lo mismo que por su inversión en esta materia. La riqueza del país solo explicaría el 11,7% de las variaciones en los resultados que obtienen los estudiantes dentro del país.
“Actualmente -dice el exhaustivo trabajo-, España acumula un gasto de 60.603 euros por alumno desde los 6 hasta los 15 años, un tercio más de lo que destinaba en 2003. En los países con los mayores ingresos, el promedio de inversión es de 66.151 euros por estudiante en ese tramo de edad”. En la última década, nuestro país ha incrementado el gasto por estudiante en 15.340 euros, un 35%. Y pese a ese esfuerzo, el rendimiento en pruebas como la de Matemáticas se mantiene estancado por debajo de la media de la OCDE hace diez años. Ocupa, de hecho, con 484 puntos frente al promedio de 494 de los países desarrollados y muy alejado de los 613 puntos de Shanghái, el puesto número 33 en la disciplina de los números.
¿Es negativo gastar más?
Es muy interesante y llamativo el resumen que extraen estos expertos: se demuestra que el gasto en educación afecta al rendimiento académico solo en las primeras fases, cuando la inversión por país es inferior a 50.000 dólares o 36.852 euros por alumno. Una vez alcanzado ese nivel de gasto acumulado por estudiante, infieren, la inyección presupuestaria deja de repercutir positivamente en las calificaciones.
Los responsables del trabajo matizan que no es que sea contraproducente invertir más dinero, sino que a partir de ese listón fijado, más importante que cuánto se destina es cómo se realiza el gasto y que esté bien invertido. Pero esto no lo analiza PISA, objetan. Hay salvedades, aclaran, como por ejemplo Polonia, que sí dobló su inversión por alumno en esa década y mejoró 27 puntos su nota en “mates”; a diferencia de Irlanda, Suecia y Finlandia, donde se aumentó el gasto de manera ostensible, al tiempo que veían cómo sus calificaciones caían durante el periodo estudiado. Y otro caso paradójico: EE.UU., que elevó un 18,9% el gasto en Educación entre 2003 y 2012 y bajó dos puntos sus resultados en Matemáticas.
Cinco autonomías en el top mundial
Teniendo en cuenta que para PISA una diferencia de 41 puntos significa un año entero de escolarización, se entiende que un estudiante en Shanghai está seis años por delante de uno de Perú (245 puntos), al tiempo que un alumno de España lleva un año de retraso respecto a su homólogo suizo.
Al profundizar en los datos por autonomías españolas, se desprende que los alumnos navarros van un año por delante de los extremeños en Matemáticas. Y es que basta observar las gráficas que ofrecen las regiones para cotejar que no todas las Comunidades arrojan malos datos, sino que cinco de ellas -Navarra, Castilla y León, País Vasco, Madrid y La Rioja- se cuelan en el “top 20” mundial en las tres materias de las que evalúa PISA, a saber: Matemáticas, Ciencias y comprensión lectora. “Hay una distancia insalvable de hasta 55 puntos entre unas y otras. Los navarros, con 517 puntos, son los mejores en ‘mates’; los madrileños lideran la comprensión lectora (511); y los de Castilla y León son los primeros en Ciencias (519)“, avalan, entre otros, Ismael Sanz, desde el Ministerio de Educación, y Pablo Zoido, especialista de PISA y directivo de la OCDE.
En todas las categorías examinadas, Extremadura, Murcia y Andalucía se sitúan en el furgón de cola del país. De forma paralela, también figuran en las últimas posiciones en nivel de renta, si bien otras como Baleares, con un nivel de ingresos superior, tiene unos resultados similares a los andaluces, excepción clara al apriorismo de que “a mayor renta, mejores notas”.
Albergar a tantos repetidores acarrea un lastre en la puntuación global de PISA: un alumno que nunca ha repetido tiene de media en España 519 puntos en Matemáticas, frente al que duplica curso, que suma 417. Esa distancia equivale a dos años y medio de escolarización. La brecha es de 71 puntos en Ciencias y de 82 en Lectura.