La Provincia de Buenos Aires destinó, en el presupuesto de este año, más de 8.400 millones de pesos para el Servicio Penitenciario, donde se alojan cerca de 33.000 personas privadas de la libertad. Detalles de la distribución de los recursos.
Cuando la Legislatura bonaerense le aprobó el Presupuesto 2016 a la gobernadora María Eugenia Vidal, se determinó que 9.000 millones de pesos serían destinados al Ministerio de Justicia, de los cuales 8.454.005.433 pesos fueron remitidos para el Servicio Penitenciario Bonaerense.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que el sistema carcelario provincial aloja a casi 33.000 presos en cárceles y alcaidías, se llega a la conclusión de que para mantener a cada preso se requieren 256.181 pesos al año, es decir, 21.348 pesos al mes por cada recluso.
En la descripción de las erogaciones, el Presupuesto contempla gastos del personal (pago de salarios, asignaciones familiares y horas extras), bienes de consumo (alimentos, librería, artículos de limpieza, medicamentos, combustibles, etc), servicios no personales (pago por los servicios de gas, luz, agua, telefonía, internet, correo, pasajes y viáticos, entre otros) y bienes de uso (maquinarias y equipos de oficinas y muebles).
El Presupuesto también incluye dinero para pagar la construcción de nuevas cárceles y alcaidías en Campana, Necochea, Bahía Blanca, General Rodríguez, San Nicolás, Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda, ampliar dependencias de San Martín, edificar escuelas, talleres y pabellones, financiar programas relacionados con actividades culturales y deportivas y trasladar a los detenidos a juzgados o a unidades penales.
Cabe destacar que alrededor del 88 por ciento de la masa presupuestaria se destina al pago de salarios de los 23.300 funcionarios penitenciarios bonaerenses, distribuidos en 55 cárceles y alcaidías y en las direcciones de la Jefatura, con asiento en La Plata.
El resto del dinero se distribuye del siguiente modo: bienes de consumo, 8 por ciento; servicios no personales, 3 por ciento, y bienes de uso, 1 por ciento.
Los datos a los que accedió Hoy fueron brindados por la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, donde se puede apreciar con detalle el destino de cada peso por unidad carcelaria.
Las asignaciones para las cárceles de la región
En el Presupuesto 2016 de la Provincia de Buenos Aires se detalla cuántos recursos van destinados a cada cárcel de la región, teniendo en cuenta los gastos del personal, bienes de consumo, servicios no personales y bienes de uso.
En la zona funcionan dos complejos penitenciarios y hay doce cárceles distribuidas en las localidades de Olmos, Melchor Romero, Gorina, Los Hornos y la Unidad 9, ubicada en 10 y 76.
La mítica cárcel de Olmos, la Unidad 1, inaugurada en 1937, donde viven cerca de 2.500 presos, tiene asignada para todo el año la cifra de 222.198.207 pesos. La Unidad 22 Olmos, que es un hospital penitenciario, alberga unos 50 detenidos y recibe 34.467.000 pesos. La Unidad 25 Olmos, con 205 reclusos, 66.025.400 pesos y la Unidad 26 Olmos, con 215 internos, reciben 65.737.500 pesos.
En Los Hornos funcionan dos penales para mujeres. La Unidad 8, en la que residen 238 mujeres, tiene atribuidos 90.731.000 pesos, y la Unidad 33, con 220 mujeres privadas de la libertad y cerca de 70 niños de hasta cuatro años, tiene destinados106.208.000 pesos.
A la Unidad 9, ubicada en 10 y 76, con alrededor de 1.500 reclusos, le fueron asignados 244.916.000 pesos.
En la localidad de Melchor Romero, la Unidad 10, con 130 detenidos recibe para el año 67.091.500 pesos. La Unidad 34 Melchor Romero, que aloja a 350 internos psiquiátricos, recibe 72.280.500 de pesos y la Unidad 45 Melchor Romero, que aloja a casi 700 reclusos, administra 114.765.00 pesos.
En Gorina, la Unidad 12, de régimen abierto y semiabierto, aloja 152 reos y recibe 70.771.500 pesos para todo 2016. La Unidad 18, por su parte, con un centro de tratamiento para adictos, aloja 420 internos y tiene asignados 99.282.000 pesos.
En el Presupuesto 2016 de la Provincia de Buenos Aires se detalla cuántos recursos van destinados a cada cárcel de la región, teniendo en cuenta los gastos del personal, bienes de consumo, servicios no personales y bienes de uso.
En la zona funcionan dos complejos penitenciarios y hay doce cárceles distribuidas en las localidades de Olmos, Melchor Romero, Gorina, Los Hornos y la Unidad 9, ubicada en 10 y 76.
La mítica cárcel de Olmos, la Unidad 1, inaugurada en 1937, donde viven cerca de 2.500 presos, tiene asignada para todo el año la cifra de 222.198.207 pesos. La Unidad 22 Olmos, que es un hospital penitenciario, alberga unos 50 detenidos y recibe 34.467.000 pesos. La Unidad 25 Olmos, con 205 reclusos, 66.025.400 pesos y la Unidad 26 Olmos, con 215 internos, reciben 65.737.500 pesos.
En Los Hornos funcionan dos penales para mujeres. La Unidad 8, en la que residen 238 mujeres, tiene atribuidos 90.731.000 pesos, y la Unidad 33, con 220 mujeres privadas de la libertad y cerca de 70 niños de hasta cuatro años, tiene destinados106.208.000 pesos.
A la Unidad 9, ubicada en 10 y 76, con alrededor de 1.500 reclusos, le fueron asignados 244.916.000 pesos.
En la localidad de Melchor Romero, la Unidad 10, con 130 detenidos recibe para el año 67.091.500 pesos. La Unidad 34 Melchor Romero, que aloja a 350 internos psiquiátricos, recibe 72.280.500 de pesos y la Unidad 45 Melchor Romero, que aloja a casi 700 reclusos, administra 114.765.00 pesos.
En Gorina, la Unidad 12, de régimen abierto y semiabierto, aloja 152 reos y recibe 70.771.500 pesos para todo 2016. La Unidad 18, por su parte, con un centro de tratamiento para adictos, aloja 420 internos y tiene asignados 99.282.000 pesos.
Hacinamiento, vejaciones y casos de corrupción
El ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, admitió ayer que en las cárceles bonaerenses hay hacinamiento y que es un problema que viene de años. “Ingresan 2.200 detenidos por año y se van 600. Es decir, cada doce meses tenemos 1.500 personas más privadas de su libertad”, detalló el funcionario.
Ferrari reconoció, además, que llevará varios años adecuar la situación carcelaria por la falta de inversión de los gobiernos anteriores. También afirmó que hay un plan de construcción de alcaidías y de readecuación de edificios para alojar a detenidos.
“En las comisarías hay 2.300 presos que el sistema penitenciario no puede recibir por falta de capacidad”, señaló el ministro.
Luego reconoció que “ocurren vejaciones, torturas y casos de corrupción. Hay penitenciarios que cobran plata a los internos a cambio de un colchón o para permitirles recibir visitas. Estamos trabajando mucho para que no suceda más. En los 50 días que llevo como ministro fueron detenidos diez agentes, 52 fueron pasados a disponibilidad, 20 fueron separados del cargo y detectamos que seis guardiacárceles estaban procesados por la Justicia y aún seguían en funciones”, afirmó Ferrari.
“En la actualidad las cárceles son más una universidad del delito que un centro de resocialización. Por eso queremos avanzar en garantizar necesidades primarias, como comida o medicamentos, y fomentar la actividad laboral en los talleres, como son los de chapa y pintura”, aseveró Ferrari en un crudo diagnóstico.
El ministro anunció además que se avanza en un proyecto para especializar a agentes en tareas de seguridad y a otros en el área de asistencia y tratamiento.
“Es complejo que el mismo penitenciario que actúa para evitar un motín luego encare actividades de contención y asistencia”, explicó el funcionario.