La cadenas de cafeterías trabaja en una plantación salteña para contar con el commoditie de manera local.
En la lucha por el negocio de la cafetería, Café Martínez ya comenzó con la producción de café en Salta, con el objetivo de ir, poco a poco, realizando una sustitución de importaciones, aunque admiten que el proceso es largo.
Así, en diálogo con Apertura.com, Marcelo Salas Martínez, socio de la cadena de Café Martínez, confirmó la novedad. “Después de muchos años estamos logrando, junto a unos franquiciados en Salta, producir café argentino”, detalló Salas Martínez, quien confió que, para principios de 2016, “tendremos en nuestros locales café producido en el norte”.
La plantación está ubicada en Aguas Blancas y, la región selvática, se extiende por parte del sur de Bolivia. “Es un café de 8 puntos”, aseguró Salas Martínez. El proceso, sin embargo, no fue fácil. “Este café viene de una vieja plantación que había quedado abandonada. Pese a que la cosecha fue muy manual y rudimentaria, el producto fue muy bueno, tiene muy pocos defectos y, al no haber heladas, eso nos ayudó”, sumó. Ahora, deberán luchar con el clima: “Lo más complejo es pasar la laguna porque, cuando llueve crece, y hay que pasar por Bolivia”.
La sustitución total de importaciones sería un sueño, porque la escala de la cosecha de pequeña. Además, el país no es uno de los más café-demandantes. En la Argentina, por año, se consume un kilo per cápita. Muy lejos está Brasil o Chile, que sextuplican al país. Finlandia, por su parte, lidera la tabla: 13 kilos per cápita por año.
Pese a que los importadores en la Argentina deben saltar las Declaraciones Juradas de Importaciones para poder comprar insumos, el café vive, según el empresario, otra realidad. “No tuvimos problemas porque el café es un commoditie a nivel mundial y entra y sale por los países sin problema alguno”, dijo Salas Martínez y reconoció: “Con el café no, pero sí con saborizantes u otros que vienen de afuera que tienen trabas y más complejidades”.