La ciudad de Caleta Olivia es casi un referente de la imagen que deja el FPV en el país, pero particularmente de cómo queda una localidad devastada por la corrupción de años de inacción, mala gestión, promesas de campaña y robo calificado de parte de dos intendentes (Córdoba/Cotillo) que se alternaron para dejar a una de las principales ciudades de la provincia en el desgobierno, el quebranto, sin que nadie se haga, hoy, responsable ante la ciudadanía.
Casi dos meses de paro municipal se van a cumplir en pocos días en Caleta Olivia. El Intendente se ausentó sin dar aviso a nadie y alegando “cuestiones personales” se profugó de la ciudad y de sus responsabilidades, atento a que nadie va actuar en su contra y mucho menos la justicia si hubiera una denuncia por abandono del cargo o por la interminable lista de responsabilidades que el caben, para que hoy la primera localidad en el ingreso a la provincia, esté como está y que haya llegado a un grado tal de abandono y precariedad financiera, en servicios y en gestión administrativa y política.
Para colmo, el intendente electo, Facundo Prades, junto al titular del SOEMCO, Julián Carrizo no pudieron acertar con el monto que se necesitaba para calmar los ánimos y pagarle los salarios a los empleados, trajeron 20 millones y necesitaban 30, con lo cual los trabajadores volvieron a la ruta en el día de ayer, que debieron abandonar tras la presión de los automovilistas y las amenaza de desalojo desplegada por gendarmería nacional.
Y todo sigue igual en Caleta Olivia, o peor. La ciudad sufre de acefalía política, de abandono en servicios, no hay gobierno, ninguno toma decisiones, hay anarquía en la municipalidad y el último esfuerzo por destrabar el conflicto fue una promesa de pago que hicieron el Secretario de Hacienda Osvaldo Cabrera y el Secretario de Hacienda Diego Carrizo, al Secretario General del SOEMCO Julián Carrizo, para mañana miércoles 25 de noviembre. Los representantes del Ejecutivo municipal propusieron abonar los adicionales descontados de los haberes de agosto a los empleados de planta permanente, contratados y personal docente, logrando el compromiso de la entidad gremial, de levantar la medida de acción directa que ha impedido, hasta el levantamiento de los residuos de la ciudad.
De acuerdo a fuentes consultadas por OPI, los fondos habrían llegado como último remanente de ayuda que sobreviene como condición de “pacificar” la localidad, para la asunción de Alicia Kirchner como gobernadora, quien ha pedido no hacerlo en medio de un estado de rechazo social.
Metafóricamente, hay quienes comparan lo que le pasa a Caleta Olivia, con lo que le ocurre al kirchnerismo a nivel nacional y/o provincial. Estará ahora en manos de la nueva gobernadora arreglar problemas de larga data, como el estado de desfinanciamiento de municipios como Caleta Olivia y el desfinanciamiento de la provincia, con el agravante de que a nivel nacional ya no habrá un caudal de fondos interminables como los hubo hasta hoy. Esta comparación lleva a pensar que la situación de las localidades de Santa Cruz, representan lo que es hoy el kirchnerismo de fin de ciclo, donde, ante la pérdida del poder, la realidad oculta de los mismos destrozos que produjo en todos estos años, terminan tapándolo y dejándolo en ruinas. Y junto con él a toda la ciudadanía de Santa Cruz. (Agencia OPI Santa Cruz)